miércoles, diciembre 07, 2011

WSJ: otras nuevas sobre la eurocrisis

1) S&P PONE LA CALIFICACIÓN AAA DEL FONDO DE RESCATE EUROPEO EN VIGILANCIA NEGATIVA

Por SERENA RUFFONI

LONDRES (EFE Dow Jones) - Standard & Poor's Corp. dijo el martes que ha colocado la calificación crediticia del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, o FEEF, en vigilancia negativa.

Previamente, S&P colocó en vigilancia negativa a Austria, Finlandia, Francia, Alemania, Luxemburgo y los Países Bajos, avalistas de las obligaciones financieras del fondo de rescate y todos ellos con calificación triple A.

La agencia dijo que podría rebajar al FEEF en uno o dos escalones, en función del resultado de la revisión de sus miembros soberanos.

Probablemente el rating será el mismo que el del emisor con menor calificación, a menos que haya nuevas mejoras crediticias. Si esto sucede, Standard & Poor's podría mantener el rating de triple A del FEEF sobre la base de que las mejoras compensarían una menor credibilidad de sus garantes o avalistas.

La vigilancia negativa implica que hay una probabilidad del 50% de una rebaja a corto plazo. Standard & Poor's espera tomar una decisión en 90 días o antes, si es posible, tras completar la revisión de los estados miembro.

El lunes, S&P puso la calificación de 15 países europeos en vigilancia negativa y espera tomar una decisión tras la Cumbre que se celebra los días 8 y 9.

Fuentes: http://online.wsj.com/article/SB10001424052970204903804577082282224540896.html?mod=WSJS_mercados_LeftWhatsNews.
DECEMBER 6, 2011, 11:32 A.M.


2) ESTIMADOS LÍDERES DE LA UE: NO METAN LA PATA

Las reuniones del jueves y el viernes deben poner punto final al melodrama europeo

Por FRANCESCO GUERRERA

Estimado señor Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo:

Me llamo "Mercado" y el propósito de esta misiva es hablar de la crisis que aflige a la Unión Europea. Le agradecería enormemente que pudiera compartir sus contenidos con la canciller Angela Merkel, el presidente Nicolas Sarkozy y el primer ministro Mario Monti.

La reunión del BCE y la cumbre de la UE fijadas para el jueves y el viernes determinarán el curso futuro de la unión monetaria europea. Mis amigos y yo —usted nos conoce por nuestro nombre colectivo de "inversionistas"— consideramos que dos años de dilaciones, oportunidades perdidas y falsos amaneceres han desembocado en una situación binaria. O Europa hace frente a sus problemas esta semana o corre el riesgo de que se produzca un desmantelamiento de la zona euro y una recesión global.

(Der.: Mario Draghi, titular del Banco Central Europeo, presidirá una reunión clave para el futuro del bloque monetario).

Tal vez, como han sugerido algunos, esta situación donde todo está en juego sea exactamente lo que pretendían el BCE y Alemania, el país que probablemente tenga que pagar la cuenta por los excesos europeos. Sólo al dejar a Europa al borde del abismo, señalan estos observadores, pueden el BCE y los alemanes justificar un paquete de rescate prohibitivo.

Entienda, señor Draghi, que no soy ajeno al razonamiento perverso e irracional, soy después de todo el mercado. Pero esta lógica me deja algo perplejo. Me parece que jugar esta especie de ruleta rusa con el mayor bloque económico del mundo no es lo que la UE debería estar haciendo. ¿Qué pasa si se equivocan con los tiempos y los inversionistas pierden la paciencia antes de que ustedes puedan aunar los numerosos intereses en conflicto de la UE en una solución coherente y viable?

Lo que hemos visto en las últimas semanas, cuando subieron los rendimientos de los bonos italianos, franceses e incluso alemanes, y los bancos europeos tuvieron dificultades para financiar sus operaciones, fue sólo un adelanto de la película de terror que protagonizaríamos después de una falla de cálculo tan garrafal.

Esta es la razón por la que las reuniones del jueves y el viernes deben poner punto final al melodrama europeo. Lo importante es enviar el mensaje adecuado. La combinación que ha sido telegrafiada en los últimos días —una integración fiscal más estrecha bajo supervisión alemana acompañada de la promesa de intervención del BCE para mantener a raya los rendimientos de los bonos— puede funcionar, siempre y cuando mis amigos inversionistas y yo así lo creamos.

Permítame explicarme.

El historial europeo a la hora de hacer cumplir la disciplina fiscal tiene la misma solidez que las promesas de fidelidad eterna de Charlie Sheen. De manera que decir simplemente que, de aquí en adelante, los países de la UE que no se ciñan a la disciplina fiscal serán castigados no es suficiente.

La historia europea, asimismo, podría generar otras complicaciones. Si Berlín asume el papel de juez para detectar y castigar a los países derrochadores, a algunos no les gustaría mucho la idea de someter su soberanía fiscal a la opinión de los alemanes. En realidad, invocar el nombre de Alemania como guardián de cualquier acuerdo tampoco podría tranquilizar los nervios de los inversionistas.

Si la memoria no me falla, en 2003 Alemania y Francia fueron los que violaron el "Pacto de Estabilidad y Crecimiento", como se conoce a las normas económicas que gobiernan al bloque. Ambos países no recibieron sanción alguna.

En cuanto a la segunda parte del plan —la intervención del BCE en los mercados de bonos— me veo obligado a decirle que la institución que preside está en una situación un poco engorrosa. Sólo una promesa del BCE de comprar bonos de países de la UE en problemas durante el tiempo que sea necesario convencerá a los mercados de que está emprendiendo acciones drásticas. Pero es, precisamente, esa garantía la que Merkel y otros quieren evitar por temor a sus costos políticos y financieros.

La verdad es que los inversionistas no regresarán a los mercados europeos de acciones y bonos hasta que se convenzan de que el euro no colapsará. El riesgo de ahogarse es tan alto que muy pocos tienen la valentía de mojarse los pies.

Ahora que se aproximan reuniones cruciales, Sr. Draghi, parece apropiado recordarle a usted y sus colegas la exhortación que reciben quienes pasan a integrar las filas del banco de inversión Goldman Sachs, su alma mater: "no metan la pata".

Fuente: http://online.wsj.com/article/SB10001424052970204770404577082982833157536.html?mod=WSJS_inicio_MiddleSecond.
DECEMBER 6, 2011, 7:33 P.M.


3) ESPAÑA ESTUDIA UN PLAN DRÁSTICO PARA SANEAR SU SISTEMA FINANCIERO

Por JONATHAN HOUSE y CHRISTOPHER BJORK

MADRID — Resuelto a sanear la maltrecha banca española, el presidente del gobierno entrante estudia planes que podrían superar con creces el costo de medidas anteriores, como establecer un "banco malo" financiado por el Estado para comprar activos tóxicos u obligar a los bancos a aumentar drásticamente sus provisiones contra préstamos incobrables, dicen fuentes cercanas.

Mariano Rajoy, el presidente de gobierno electo, ha dejado en claro que quiere acelerar el saneamiento de una montaña de activos inmobiliarios defectuosos, por un valor de 176.000 millones de euros (US$236.000 millones), que dejó la crisis inmobiliaria de España. Rajoy intentó minimizar el costo potencial de sus planes en el período previo a las elecciones del mes pasado.

(Izq.: Mariano Rajoy probablemente no anunciará un plan hasta que asuma como presidente de gobierno)

Los activos incobrables están ahogando el flujo del crédito y generando recelo entre los inversionistas respecto de la cuarta economía de la zona euro.

El saneamiento de la banca es un elemento clave del programa de reformas económicas que Rajoy presentará al presidente francés, Nicolas Sarkozy, la canciller alemana, Angela Merkel, y el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, al margen de la reunión del Partido Popular Europeo, un encuentro de líderes de centroderecha que se realizará el miércoles y el jueves en Marsella. Los líderes europeos buscan compromisos claros de reforma de parte de los países agobiados, como España e Italia, en vísperas de una cumbre el viernes en la que se espera acuerden nuevos mecanismos de gobierno y respaldo financiero para apuntalar el euro.

"Es lógico darle un empujón a la reestructuración saneando los balances; eso indica que las cosas están avanzando", manifestó Tano Santos, profesor de Finanzas de la Universidad de Columbia, en Nueva York. "Ese ha sido uno de los aspectos más dañinos de la crisis española, la falta de movimiento".

Una respuesta más enérgica, en todo caso, no será barata. Los analistas calculan que una solución rápida —como la formación de un banco malo u obligar a los bancos a aumentar sus provisiones y proveer fondos públicos para respaldarlos— podría costar al Estado español hasta 100.000 millones de euros. Ese monto suscita preocupaciones de que la medida podría producir un descalabro de las cuentas fiscales, como ocurrió cuando el gobierno irlandés intervino para recapitalizar la banca y elevó su déficit a 32% del Producto Interno Bruto en 2010.

Pero un creciente coro de economistas y autoridades insiste en que los riesgos de no actuar en forma decisiva son incluso mayores ahora que una nueva recesión podría tensar aún más los bancos y las inquietudes de los inversionistas sobre la crisis de la zona euro amenazan a la moneda común.

Los intentos de saneamiento de la banca realizados por el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero resultaron insuficientes, en gran parte porque fueron concebidos para distribuir gradualmente el costo durante un período de tiempo, de manera de evitar que las finanzas públicas sufrieran el golpe de una sola vez.

Es improbable que Rajoy revele sus planes financieros antes de asumir el cargo, cerca del 19 de diciembre. Fuentes cercanas, no obstante, dicen que la manera más rápida de encarar el problema sería crear un banco malo que adquiera los activos devaluados a precios de liquidación. Ello obligaría a las instituciones a asumir las pérdidas, lo cual probablemente socavará su solvencia y exigirá una inyección de fondos para apuntalar su capital.

Según analistas de Morgan Stanley, España podría comprar la totalidad de los activos inmobiliarios en problemas, cuyo monto asciende a 176.000 millones de euros, aprovechando el descuento de 58% aplicado por el banco malo de Irlanda. La operación, de este modo, costaría unos 73.900 millones de euros. Esto se podría financiar mediante el canje de nueva deuda del gobierno a cambio de los activos inmobiliarios.

El Estado, sin embargo, tendría que recaudar en el mercado suficientes fondos para proveer a los bancos 28.500 millones de euros en capital fresco para absorber las pérdidas en las que las instituciones deben incurrir al desprenderse de los activos inmobiliarios a precios de descuento. En total, el costo del plan bordearía los 102.400 millones de euros, o alrededor de 10% del PIB español.

Si al gobierno le cuesta levantar los 28.500 millones de euros en los mercados de capital, Rajoy se ha mostrado dispuesto a solicitar recursos del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera.

Rajoy pareció desestimar la idea del banco malo cuando, en el fragor del debate electoral con su rival socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, prometió no dar a los bancos ni un "solo céntimo".

Fuente: http://online.wsj.com/article/SB10001424052970204770404577083032748242056.html?mod=WSJS_inicio_MiddleSecond.
DECEMBER 6, 2011, 8:32 P.M.


4) SARKOZY Y MERKEL DETALLAN SUS PROPUESTAS DE REFORMA DEL TRATADO EUROPEO

Por GABRIELE PARUSSINI

PARÍS (EFE Dow Jones) - Un día antes de que comience la crucial cumbre de líderes de la Unión Europea, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y la canciller de Alemania, Angela Merkel, esbozaron su detallado plan para resolver la crisis del euro mediante una mayor integración fiscal.

En una carta abierta al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, Sarkozy y Merkel dieron un ultimátum a los gobiernos de los 27 países de la UE, al afirmar que deben decidir si aceptan un mayor control sobre sus presupuestos nacionales.

"Estamos convencidos de que necesitamos actuar sin pérdida de tiempo", dijeron ambos líderes en la carta. "Necesitamos tomar una decisión en la próxima reunión del Consejo Europeo para que las provisiones del nuevo tratado estén listas para marzo de 2012".

Si algunos países deciden no participar, los 17 países de la eurozona seguirán adelante con una unión más integrada mediante la firma de un nuevo acuerdo al margen de los tratados de la UE, dijeron.

La resolución de la crisis del euro se hizo más urgente el lunes, cuando Standard & Poor's Corp., en una decisión que sorprendió al mercado, puso la calificación de Francia, Alemania y otros 13 países de la eurozona en vigilancia para una posible rebaja a corto plazo, tras destacar el creciente temor sobre la prolongada incapacidad del bloque para alcanzar una solución definitiva a sus problemas de deuda.

Fuente: http://online.wsj.com/article/SB10001424052970203501304577084272229637512.html?mod=WSJS_inicio_MiddleTop.
DECEMBER 7, 2011, 11:03 A.M.

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