jueves, septiembre 25, 2008

WSJ: La Kirchner critica el "Efecto Jazz"

La presidenta Cristina Kirchner lanzó el martes de esta semana una dura crítica a los Estados Unidos por las consecuencias en el sistema financiero mundial de su crisis bancaria y por haber pregonado que no era necesaria la intervención del Estado para regular los mercados.

En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, centrado en la reformulación de los organismos multilaterales como la ONU y de crédito internacionales, la Presidenta de Argentina volvió a atacar a quienes han pretendido construir un capitalismo basado sólo en el dinero. "El dinero sólo no produce más dinero", señaló, para cuestionar "la economía de casino".

"Hoy ya no pueden hablar del efecto caipirinha o del efecto tequila, del efecto arroz, o del efecto que siempre denotaba que la crisis venía de los países emergentes hacia el centro. Hoy, si tuviéramos que ponerle un nombre, deberíamos decir, tal vez, el efecto jazz", dijo con ironía la presidenta Cristina Kirchner en su primera presentación en el recinto mayor de la política mundial.

Como había hecho el día anterior en su mensaje ante el Council on Foreign Relations, el think tank de política exterior de los Estados Unidos, Kirchner habló de la urgencia de realzar la misión de los organismos internacionales. "Es necesario para poder volver a reconstruir una multilateralidad que se ha perdido y que ha tornado al mundo mucho más inseguro", dijo, en crítica indirecta a los Estados Unidos por su intervención unilateral en Irak. "Reformular este organismo ya no es una cuestión únicamente de posiciones dogmáticas frente al mundo, sino de necesidad concreta y real que todos los Estados tenemos para poderle dar funcionalidad, operatividad y esencialmente resultados a las intervenciones que realice este organismo", señaló.

Cristina planteó la necesidad de reformar los organismos multilaterales de crédito, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial:

"La reforma que impulsamos es la de un modelo económico que centró en la economía de ficción y en el mundo de las finanzas el centro de la generación de riqueza. Los días que corren testimonian que aquellas cuestiones, aquellas posiciones, no eran producto de un sesgo ideológico o de cerrados dogmas, sino de la observación puntual y objetiva de las cosas que estaban sucediendo".

La Presidenta dijo que no la ponía ni contenta ni alegre la crisis financiera global, eje dominante de la mayoría de los discursos en la asamblea. La identificó como una "oportunidad histórica" para revisar comportamientos y políticas, afirmando:

"Se nos dijo a los países de la región, durante la vigencia del Consenso de Washington, que el mercado todo lo solucionaba, que el Estado no era necesario, que el intervencionismo estatal era nostalgias de grupos que no habían comprendido cómo había evolucionado la economía. Sin embargo, se produce la intervención estatal más formidable de la que se tenga memoria precisamente desde el lugar donde nos habían dicho que el Estado no era necesario, en el marco además de un fenomenal déficit fiscal y comercial".

A ver, nunca será suficiente repetir estas palabras: "se produce la intervención estatal más formidable de la que se tenga memoria precisamente desde el lugar donde nos habían dicho que el Estado no era necesario, en el marco además de un fenomenal déficit fiscal y comercial".

Ciertamente, son palabras para la reflexión. Sobre todo por parte de los formuladores de políticas y de los seguidores acríticos de políticas que patentemente demuestran su fracaso.

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