miércoles, abril 23, 2014

De la diplomacia y los diplomáticos (II)


  Dedicado a mis amigas y amigos del Servicio Diplomático venezolano 
y a mis colegas internacionalistas

 Lo que sigue es la continuación de los extractos del excelente libro de Armando Rojas, "Los creadores de la diplomacia venezolana":
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La defensa de los intereses económicos de la nación es uno de los objetivos más importantes de la diplomacia actual. Venezuela es un país esencialmente petrolero. La vida de la nación gira en torno a esta riqueza nacional. La diplomacia venezolana debe tener muy en cuenta este aspecto fundamental en la vida del país. En consecuencia, es necesario que el diplomático venezolano esté debidamente preparado para la defensa de este producto esencial de nuestra economía en los mercados internacionales... Nuestros diplomáticos deben estudiar cuidadosamente la estructura y organización de la OPEP, ese nuevo [!] Organismo en cuya creación tuvo parte primordial neustro país. No se pretende que todos los funcionarios de nuestro servicio exterior sean expertos petroleros. Pero sí consideramos que es deber de todos estar conveniente y debidamente informados sobre los aspectos fundamentales de este producto básico de nuestra economía.

En el exterior, existe la idea, errónea afortunadamente, de que Venezuela es sólo un país petrolero. Se ignora su enorme y sustantiva contribución a la cultura del Continente. El diplomático venezolano tiene en este sentido por delante una vasta tarea: la difusión de nuestros valores espirituales, tanto en el campo del pensamiento como en el de las artes. 

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En estas páginas nos proponemos estudiar a algunos de aquellos eminentes varones que echaron los fundamentos de la diplomacia venezolana. Con escasísimos medios económicos y en medio de graves dificultades, cuando la patria nacía y era menester rodearla de toda clase de cuidados y precauciones para que no pareciera, estos recios y claros varones, supieron decir, con la frente levantada, la palabra precisa. Ellos realizaron la gestión necesaria, cumplieron las instrucciones impartidas y lucharon para hacer triunfar los principios de la equidad y de la justicia. Los creadores de nuestra diplomacia, gracias a su patriotismo y elevación de miras, lograron hacer oír su voz, la voz dévil de una nación inerme y pobre, que acababa de nacer a la independencia desangrada y titubeante después de una cruenta lucha que tomó varias décadas. Recuérdese el caso del gran Fortique. En sus conversaciones con los poderosos Cancilleres de un poderoso y esplendente Imperio, no titubeó jamás cuando tuvo que enfrentarse al león británico... Estos son los dechados que denen mirar los servidores de las relaciones intenracionales de Venezuela, decoro, dignidad, firmeza cuando es necesario; flexibilidad y ductibilidad siempre; espíritu de sacrificio; acendrado amor por el país que representan; una conducta ciudadana intachable y, como corona y síntesis de estas cualidades, la defensa serena y firme de los intereses de la nación.

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LOS CREADORES DE LA DIPLOMACIA VENEZOLANA

La política exterior de un país comprende los objetivos que el mismo persigue en sus relaciones con los demás miembros de la comunidad internacional, así como los medios de que el mismo se vale para lograr tales propósitos. El instrumento para llevar a cabo la política internacional de un país lo constituye el servicio exterior. Diplomacia, en su más amplio sentido, abarca tanto los objetivos como los medios y el instrumento. Para que la diplomacia de un país pueda calificarse de eficaz debe existir una perfecta y armónica correlación entre esos tres términos.

Podemos adelantar que la diplomacia venezolana de las primeras décadas de la República fue una diplomacia brillante por los objetivos que se propuso, los medios que utilizó, y sobre todo, el instrumento que la llevó a cabo.

La diplomacia [en Venezuela] nació bajo el signo de lo continental...

En la circular de la Junta Suprema de Caracas a los Ayuntamientos de las demás capitales de América para exponerles la razón de su actitud, el Presidente Llamozas y Tovar habla, interpretando el sentimiento de los criollos venezolanos, un lenguaje que trasciende los límites de la oscura provincia a la que pertenecía. Habla en nombre de la América toda... Simón Bolívar, el primer Embajador de Venezuela durante su misión a Londres, a raíz de los acontecimientos de abril, fue calificado por la prensa londinense como el "Embajador de América".
Simón Bolívar, para la época de la Misión a Londres, tenía 28 años.
...El primer objetivo que se trazó la Junta de Caracas fue el de ganar la buena voluntad de las naciones que podrían favorecer la causa de los criollos americanos. A tales fines se acreditan las primeras misiones diplomáticas. Las integran hombres de primera categoría. Ejemplo al que debe inclinarse la nueva diplomacia venezolana. Sólo con hombres capaces e íntegros al frente de nuestros negocios diplomáticos podremos aspirar a que se restablezca el prestigio venezolano en el exterior. Una diplomacia en manos de improvisados y advenedizos en nada habrá de favorecer a los altos intereses del Estado y, por el contrario, se corre el grave riesgo de poner en peligro esos mismos intereses.
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Una vez lograda la independencia, después de largos años de cruentas luchas, la diplomacia venezolana, entonces parte de la Unión Colombiana, se propone un objetivo de largo alcance continental... El Congreso de Panamá de 1826 habría de ser el punto culminante de esta política concebida por Bolívar y llevada a feliz término por uno de sus más hábiles y capaces colaboradores en el campo de la diplomacia: Don Pedro Gual.
El gran Pedro Gual.

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La tercera etapa de la diplomacia venezolana comienza a raíz de la disolución de la Gran Colombia. Constituida en nación soberana, Venezuela dedicó sus esfuerzos, en el campo internacional, a lograr su reconocimiento por parte de aquellas potencias que, como los Estados Unidos, Inglaterra y, sobre todo España, más interesaban a su futuro desarrollo político y económico.

...La misión de Alejo Fortique como Ministro Plenipotenciario en Londres, cubre el período que se extiende desde 1839 hasta 1845, año de su muerte. Por espacio de seis años, el minente hombre público realizó una sorprendente labor en defensa de los intereses de Venezuela...

Queremos mencionar, si bien brevemente, a otro de los varones más eminentes de nuestra diplomacia: don Santos Michelena. Además de otros muchos selakados servicios en los campos de la política, de las finanzas, la República debe a don Santos Michelena el arreglo de la cuestión relativa a la deuda pública de Colombia...

Don Santos Michelena.
...fue aquella una época dorada y fecunda en positivas realizaciones. la diplomacia venezolana marcó pautas en América. Y los hombres encargados de realizarla cumplieron, en forma digna, decorosa y eficiente una tarea que colocó muy alto nuestro prestigio y que compromete nuestro quehacer en el campo de las relaciones internacionales. Ellos nos señalan rutas que debemos continuar para el mayor prestigio de nuestro país.

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