jueves, noviembre 03, 2011

Economía Social de Mercado

El miércoles pasado, el profesor Demetrio Boersner publicó en su columna "Hora Mundial" del diario El Nacional (sección de Opinión, primer cuerpo, p.7), un excelente artículo con el mismo título de esta entrada. Allí no sólo critica la tendencia reciente de algunos actores de la política nacional de rodear de virtudes del "capitalismo", sino que también esboza brevemente las raíces de ese concepto (desvinculándolo de la obra de Marx) y habla sobre la alternativa tanto a este sistema económico, como a su contrario, el socialismo (y su etapa posterior, el comunismo).

Dado el enorme interés que este tema irá tomando durante los próximos meses en el país, y tratando de aportar argumentos para la reflexión, aquí presento el texto del mismo. Al final dejo algunas preguntas y comentarios para meditar sobre su contenido.

"Pensamos que puede resultar perjudicial para la causa de la oposión democrática venezolana el empeño de ciertos respetados amigos de identificar nuestra lucha por la libertad y la equidad social con el concepto, hoy criticado y en crisis por lo menos temporal, del 'capitalismo'. Otra cosa sería que hablaran de 'economía de mercado' y, en concordancia con el sentir mayoritario de los venezolanos manifestado en reiteradas encuestas, le agregaran el adjetivo 'social'.

El término 'capitalismo' no fue inventado por Carlos Marx, como algunos creen. Marx no lo utilizó, sino siempre hablo del 'modo de producción burgués' y del 'capital' sin agregarle el 'ismo', que fue invento de pensadores liberales y antimarxistas como Sombart y Weber, y de socialistas posmarxianos como Kautsky y su discípulo Lenin.

El recordado, y por muchos venerado, papa Juan Pablo II, en su encíclica Laborem Exerecens, constató que la economía de mercado es la única que funciona eficientemente, pero agregó que, si se permite que ella esté regida unilateralmente por los intereses del capital (es decir, que sea eminentemente 'capitalista'), se genera una inhumana e injusta explotación del otro factor de producción que es el trabajo, el cual el Papa consideró como 'primario', anterior al capital, y merecedor de una indudable 'primacía' por encima del capital. En otras palabras, según Juan Pablo II, la economía de mercado debería ser 'laborista' más bien que 'capitalista', y el afán de darle ese carácter laborista requiere fuertes presiones sociales reivindicadoreas por parte de los trabajadores organizados, así como la aplicación de fiscalizaciones y regulaciones por un poder público democrático y socialmente equitativo.

Ese mismo concepto de un sistema que sea 'de mercado' y en el cual la propiedad privada de los medios de producción prevalezca sobre una propiedad estatal limitada a algunos sectores claves de la economía, pero donde los justos intereses de los trabajadores y consumidores tengan primacía por encima del afán de lucro es el que defiende la socialdemocracia, estrechamente vinculada al movimiento obrero internacional.

El término 'economía social de mercado' (sustitutiva del capitalismo salvaje) fue acuñado en Europa después de la Segunda Guerra Mundial por una democracia cristiana (socialcristianismo) fogueada e 'izquierdizada' en la resistencia antifascista. Posteriormente, la socialdemocracia adoptó ese mismo término que hoy en día figura en sus programas y documentos doctrinarios.

Este proyecto económico forma parte del concepto político de 'democracia social' que, en Venezuela y el resto del mundo, unifica los anhelos progresistas de los socialdemócratas con los de social-liberales y socialcristianos de avanzada
".

Conclusiones y Comentarios:

- El concepto de capitalismo no fue inventado por Marx, quien sólo utilizó las categorías de "modo de producción burgués" y "capital".

- Lo típico del capitalismo (pero no exclusivo de él) es la idea de acumulación de capital y de su correspondiente remuneración.

- Sin embargo, el fenómeno del "mercado" es previo (no posterior) al del sistema económico capitalista. Por ende, las realidades del mercado (cada vez menos desprovistas de ese carácter inivisible, misterioso que le dió Adam Smith, en principio como una hipótesis de estudio) no son ajenas a otros modos de producción (incluso el socialista, tal y como lo menciona Milton Friedman en su "Libertad de Elegir").

- En efecto, todo lugar y tiempo donde confluyan productores de bienes y/o servicios con consumidores y /o usuarios de los mismos, es susceptible de considerarse como mercado. Un mercado sin control es (hoy día) imposible, además de insufrible. Pero producción y consumo sin mercado, bajo control puro, es algo inimaginable.

- El capitalismo, como el socialismo o cualquier otro medio de producción no es intrínsecamente malo, sino que en consideración a los fines o metas de una sociedad determinada, puede ser idóneo o no. Cada sistema tiene sus pros y contras y es susceptible de generar problemas y soluciones al mismo tiempo. Por lo tanto, ninguno puede ser valorado estrictamente en base a sus características (virtudes o defectos) intrínsecos.

- La 'economía social de mercado' es un sistema que busca equilibrar tanto la visión de mercado (de acuerdo con la propensión a hacer uso de la libertad como elemento característico de la conducta humana) y, más que la sensibilidad, la equidad social. Los equilibrios no son una constante, al contrario, representan siempre un reto, un desiderátum en una realidad siempre convulsa, cambiante, problemática. Pero podría decirse que, en condiciones como las actuales y de acuerdo a finalidades sociales como el respeto a la libertad, la igualdad, la democracia, la tolerancia, la diversidad y el respeto al mabiente, es el "menos malo" de los sistemas económicos actualmente posibles.

Documentos de interés:

- La Encíclica "Laborem Excercens" en Wikipedia.

- Texto de la Encíclica "Laborem Exercens".

- Texto de la Encíclica "Rerum Novarum".

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