martes, noviembre 15, 2011

WSJ: Una montaña de desafíos para Mario Monti

Por ANDREW PEAPLE

El nuevo primer ministro de Italia, Mario Monti, ha reducido a tres metas los asuntos pendientes más importantes: arreglar las finanzas públicas del país, volver a poner en marcha el crecimiento económico y hacer que Italia sea más equitativa. El sucinto diagnóstico de Monti podría generar respeto.

El mandatario también podría ganar crédito simplemente por el hecho de no ser Silvio Berlusconi: Italia logró el lunes vender 3.000 millones de euros en bonos a cinco años. No obstante, el rendimiento de los nuevos bonos, del 6,29%, y el abrupto aumento en las negociaciones posteriores, sugieren que solucionar los problemas de Italia no será tan simple como estipularlos.

Lograr la combinación adecuada de políticas es clave. Si Italia puede elevar su potencial para el crecimiento real en el largo plazo al 0,8% por año hasta el 2020 y mantener un superávit presupuestario primario anual en un nivel equivalente al 5% del PIB, su coeficiente deuda-PIB podría situarse en el 125% en 2013, frente al actual 120%, pero caer en forma posterior, estima JPMorgan. Pero si el crecimiento es sólo del 0,6% con un superávit fiscal del 3,5%, el coeficiente se expandiría al 135% en 2020, y seguiría ascendiendo en forma posterior.


Dado que la tasa de expansión de la economía italiana ha promediado el 0,5% desde 2003, Monti tendrá que trabajar duro para convencer a los mercados que puede realmente llevar a cabo las mejoras necesarias.

Su tarea seguramente exigirá difíciles compromisos. En el corto plazo, el gobierno podría vender parte de los 120.000 millones de euros estimados en participaciones accionarias de empresas, equivalentes al 7,5% del PIB. Sin embargo, las participaciones en compañías como Eni y Enel generan valiosos ingresos para el gobierno. Un impuesto a la riqueza podría ser aplicado, pero tanto la tasa como la proporción de la población de Italia cubierta tendrían que ser altas para incrementar los ingresos significativamente. Además, los ingresos del gobierno italiano como proporción del PIB ya se encuentran entre los más altos de los países que integran la OCDE, superados sólo por Dinamarca y Suecia.

También se necesitan reformas estructurales a largo plazo. Se espera que el PIB per cápita de Italia se reduzca un 0,5% por año desde 2003 a 2012, comparado con el incremento anual del 0,7% en la eurozona, según el FMI. Monti tiene opciones: Las leyes laborales podrían ser reformadas para hacer más fáciles los despidos y las contrataciones, lo que reduciría los costos laborales por unidad de Italia, que han estado subiendo a un ritmo dos veces más rápido que el promedio de la eurozona. Pero en el corto plazo, el aumento del desempleo incrementará la presión sobre el presupuesto. Los intentos por limitar las negociaciones salariales colectivas probablemente harán frente a una férrea oposición de los sindicatos.

Monti deberá, mientras tanto, hacer malabarismos en medio de un caótico ambiente político, en el que incluso está presente la amenaza de un posible retorno de Berlusconi. Es posible que "Super Mario", como ya se le ha apodado a Monti, necesite desarrollar superpoderes reales.

Fuente: http://online.wsj.com/article/SB10001424052970204190504577038463980877468.html?mod=WSJS_inicio_MiddleTop.
NOVEMBER 14, 2011, 4:26 P.M.

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