domingo, noviembre 27, 2011

El socio bloqueado: relaciones Irán - Venezuela

Por Laura Helena Castillo y Fabiola Zerpa

Con la llegada al poder de Hugo Chávez las relaciones entre Irán y Venezuela han crecido más allá del histórico interés petrolero. Desde 2005, cuando Mahmoud Ahmadineyad se convirtió en presidente, ambos países están juntos en un claro desafío a las convenciones occidentales

Se sabe que una colonia de inmigrantes está creciendo cuando ocurre un hecho culinario: abren un restaurante con la gastronomía del país de origen. En Las Mercedes, en 2006, comenzó a funcionar Persépolis, el único lugar que ofrece un menú iraní, de cordero y pistacho, en Venezuela.

Junto a la caja registradora hay un papel con los nombres y los RIF de varias de las empresas mixtas que se crearon bajo la sombrilla del Acuerdo Marco de Cooperación que se estableció en agosto de 2004 entre los gobiernos de Venezuela e Irán. Muchos de los empleados de las industrias son clientela fija.

Aunque discretos, los iraníes hacen vida en varias ciudades venezolanas como socios comerciales en negocios relacionados con los más de 270 acuerdos que se han firmado desde 2004. Entre ambos países existe el "mapa de ruta 2010-2020", lo que habla de la ambición de los planes.

Desde que Hugo Chávez llegó a la Presidencia comenzó un sostenido acercamiento con Irán. De 1999 a 2007 se firmaron 86 acuerdos bilaterales.

Entre los dos países hay, históricamente, lazos de petróleo. La membresía de ambos en la Organización de Países Exportadores de Petróleo había sido el principal vínculo político desde 1960. Durante 45 años la relación no fue más allá de contactos técnicos y diplomáticos derivados del tema petrolero.

A finales de septiembre de este año se realizó la reunión de la VII Comisión Mixta Venezuela-Irán en la Cancillería venezolana. Allí se firmaron nueve proyectos adicionales de cooperación. Se esperaba la visita del presidente iraní Mahmoud Ahmadineyad, pero problemas de salud de Chávez, a causa de su tratamiento para el cáncer, le obligaron a cancelar el viaje.

A pesar del distanciamiento ocasional de Chávez de la vida pública, la relación entre ambos es constante. Este año el actor Sean Penn pidió la colaboración del venezolano para la liberación de dos excursionistas estadounidenses presos durante dos años en Irán por ser considerados espías. "Llamé por teléfono al presidente de Irán para sugerirle que evaluara la situación de estos muchachos", dijo el jefe del Estado hace semanas. Los jóvenes fueron liberados. La conexión entre ambos líderes supera la austeridad del lenguaje diplomático y, aparentemente, las alertas de Amnistía Internacional sobre las constantes violaciones de los derechos humanos por parte del Gobierno iraní no lesionan la intimidad de la relación.

Ideología y pragmatismo. En 2000, Hugo Chávez habló en Aló, Presidente de la relación con Irán e Irak: "Son países con un gran potencial, con los que nos unen profundas raíces culturales, grandes nexos, no sólo el petróleo". Fue una clara declaración de principios que, poco a poco, se materializó en suntuosos negocios que han beneficiado, sobre todo, a empresas privadas iraníes.

Recuerda un ex ministro del gobierno chavista que pidió no ser identificado que durante 2001 se realizaban largas reuniones nocturnas entre el Presidente de Venezuela y el vicepresidente del entonces mandatario Mohammed Jatami, Hassan Habibi. El tema redundante era la creación de un mundo pluripolar.

El ex funcionario destaca que el interés de Chávez era tanto ideológico como pragmático, interesado en el desarrollo iraní en ciertas áreas tecnológicas, lo que no podía hacer con Cuba.

Con la victoria electoral de Mahmoud Ahmadineyad, en 2005, el vínculo bilateral se robusteció. El iraní, conservador y populista, es aireado defensor de los valores antiimperialistas, así como del desarrollo nuclear de su país, el cual reanudó al asumir el cargo y ha continuado en claro desafío a las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Como Chávez, despliega la bandera de la soberanía de los pueblos y el fin de la dependencia de los polos tradicionales de desarrollo.

Aprovechando una política de apertura de Irán en la búsqueda de nuevos socios estratégicos, Chávez propició que los gobiernos de Ecuador, Cuba, Nicaragua y Bolivia también se acercaran a la nación islámica. Pero el país de la región que más dinero ha dado a Irán es Venezuela.

De acuerdo con las cifras de 2010 del Fondo Monetario Internacional (FMI), Venezuela fue el principal mercado de exportación para Irán en América Latina. Al cierre de 2009 había realizado compras por 36,6 millones de dólares, casi el doble que Brasil (19 millones de dólares).

El Instituto Nacional de Estadística (INE) reportó para el mismo período el doble del monto en importaciones de Irán: 73,69 millones de dólares al cierre de 2009 y 16,03 millones de dólares en 2010.

Y esto no es recíproco, pues según el FMI el mayor socio comercial de Irán en 2009 fue Brasil, con un intercambio de 1,3 millardos de dólares. Le sigue Argentina. Es decir, Venezuela es, sobre todo, un comprador de insumos iraníes.

Las sanciones. Hacer negocios con Irán puede complicarse según el área de interés. Un informe elaborado por la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Teherán, en 2009, identifica como un obstáculo el hecho de que Irán no es miembro de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

"La inexistencia de compromisos ante la OMC permite a Irán aplicar cambios sustanciales en sus políticas frente a operadores extranjeros. Los principales problemas se encuentran en la aplicación asistemática y poco homogénea de las normas".

Pero la dificultad está relacionada más con un asunto geopolítico que meramente comercial. Entre 2006 y 2010 el Consejo de Seguridad de la ONU ha sancionado cuatro veces a Irán por sus actividades de enriquecimiento de uranio: En 2006 (resolución 1737); en 2007 (resolución 1747); en 2008 (resolución 1803) y en 2010 (resolución 1929 ). En cada capítulo la sanción es más amplia y compleja, en vista de la poca cooperación del gobierno de Ahmadineyad en el cumplimiento de sus obligaciones contenidas en el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares y entomar las llamadas Medidas de Construcción de Confianza: no permite a la comunidad internacional verificar si, como se teme, su industria nuclear tiene fines estrictamente pacíficos.

En un documento del panel de expertos de la ONU que evalúa el caso de Irán se lee que las sanciones son un elemento de doble aproximación a Irán, la cual también incluye un concertado esfuerzo diplomático entre China, Francia, Alemania, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos, miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, único con capacidad sancionatoria, ninguno de los cuales ha ejercido su derecho al veto, circunstancia que tiene un peso político significativo.

Las restricciones están cuidadosamente orientadas a actividades específicas, instituciones, entidades e individuos relacionados con la prohibida actividad nuclear y misilística de Irán, así como el intercambio de armas convencionales.

Determinar si el Gobierno venezolano ha violado las sanciones de la ONU en su relación con Irán implicaría una minuciosa evaluación por parte del panel de expertos.

De hecho, existe un debate internacional sobre las sanciones como medida eficaz de presión.

"Resulta intolerable que exista un Consejo de Seguridad, que es un club de privilegiados, que le dé la espalda a la voluntad de la Asamblea General", expresó Chávez en la carta que leyó Nicolás Maduro en la ONU el 27 de septiembre.

"Estamos hablando de unas sanciones adoptadas por la ONU, de la cual Venezuela es miembro, por lo que debe acatar esos compromisos", considera Félix Arellano, director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV.

En mayo de 2011 Estados Unidos sancionó a siete empresas internacionales, entre ellas a PDVSA por la venta de gasolina a Irán y a Cavim, sin que aún se conozca la causa. El embajador de Venezuela en Teherán, David Velásquez, dijo que el suministro del combustible continuará. "Estamos al servicio de Irán", aseveró.

Un estudio de Foreing Policy, de junio de 2011, señala que la presencia de Irán en el continente le ha permitido retar a Estados Unidos y establecer bases para operaciones de propaganda e inteligencia.

"En contraste, para Venezuela los beneficios han resultado exiguos, pues más allá de irritar a Washington, los centenares de acuerdos con los persas no han generado resultados sustantivos en el campo económico, comercial o político, mientras que estas relaciones los involucran en un conflicto estratégico mundial que supera enormemente sus capacidades reales de influencia en el concierto internacional".

El jueves pasado, Daniel Glaser, asistente del Departamento del Tesoro para la Financiación terrorista, dijo ante el comité del congreso de Estados Unidos que estudia las amenazas de Irán en la región -esto después de que el gobierno de Barack Obama desmontara un supuesto plan terrorista iraní dentro de sus fronteras- que Irán ha fracasado en establecer un significativo apoyo financiero en la región. "Nos hemos implicado de forma proactiva para alertar los peligros de hacer negocios con Irán", dijo. Sin embargo, William Brownfield, ex embajador en Venezuela, alertó que hay mucha más presencia oficial del gobierno iraní en Venezuela que la que había hace 10 años.

Un mapa de acuerdos. Una fábrica de tractores en Bolívar; procesadoras de leche y construcción de viviendas en varios estados; una fábrica de pólvora en Carabobo, complejos procesadores de plástico en Miranda.

El catálogo de las empresas binacionales es heterogéneo.

En líneas generales, la opacidad informativa es la metodología oficial. Sólo los negocios más grandes ganan espacio en los medios. Estudiar cinco casos es la finalidad de esta investigación periodística, que se inicia hoy con el tema de la cementera Cerro Azul. Le siguen la ensambladora de bicicletas Fanabi, la Fábrica Madre (complejo industrial que construirá maquinarias para otras empresas), la planta de vehículos Venirauto y la relación militar.

Cada caso funciona como un resumen de los problemas más significativos que han marcado la relación: la prometida transferencia tecnológica, las relaciones laborales, la seguridad industrial, el intercambio comercial y, en definitiva, el verdadero beneficio para los venezolanos.

Fuente: http://www.el-nacional.com/noticia/5252/23/El-socio-bloqueado.html.
16-Oct 07:19 am.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario