Mi última publicación en este blog antes de 2024 fue en 2019. Antes de ese último post, sobre uno de mis personajes favoritos (el gran Benjamin Franklin), tenía 5 años sin escribir, desde 2014. Desde entonces, muchas cosas han cambiado para mí, en el plano personal y profesional. Sin embargo, mis preferencias personales por el mundo de la economía, la administración y las finanzas se mantienen a lo largo de los años. Por esa razón estoy retomando este viejo blog.
En estos últimos años han sucedido cosas extraordinarias, literalmente. La pandemia y el gran confinamiento, por ejemplo. Esto acarreó nuevas formas de trabajar (home office) y relacionarse (videollamadas) que ya estaban en movimiento antes, pero a raíz del COVID se convirtieron el new normal.
Luego de la pandemia, vino una microcrisis económica, que yo llamaría "de desconfinamiento": excesos de liquidez causados por el gasto público excesivo de los gobiernos generaron presiones inflacionarias, crecimiento negativo, y el consiguiente empobrecimiento. Hay mucha pérdida que recuperar. Salvo el tiempo, que es irrecuperable.
En lo personal, mis prioridades cambiaron. En 2014 tuve un ascenso a una posición de media importancia en mi organización, inicié una relación con una persona extraordinaria, que continúa al día de hoy; formé una familia (mi primer hijo nació en 2016), cambié de organización y luego busqué nuevos horizontes. Vamos, que emigré al hermoso y próspero sur (aunque últimamente con rendimientos decrecientes). Este último cambio supuso el viraje más importante que he tenido en mi historia personal, ya que significó prácticamente comenzar de nuevo mi vida, desde cero. Y creció la familia (mi segundo hijo nació en 2019).
Luego, la pandemia nos pilló a todos con los pantalones abajo. Muchos perdieron todo (incluso la vida) y otros, logramos conservar a duras penas lo poco que teníamos. Pero, como dice el cuento, todo pasa. Tanto lo bueno como lo malo pasan. Por eso hay que estar preparados.
¿Cómo estuve preparado? No me considero un as (aún), pero sí que puedo reconocerme como un sobreviviente. Si lees esto, tú también lo eres.
Importante:
(1) NO PERDER EL FOCO. Los acontecimientos van y vienen. Muchos te fuerzan a cambiar la táctica, otros a modificar la estrategia. Pero no permitas que tus objetivos se pierdan, nunca los abandones, nunca te rindas. A menudo, la prioridad será sobrevivir. Cuando lo hayas logrado, comienza de nuevo a perseguir tus objetivos de largo plazo.
(2) APOYAR Y RECIBIR EL APOYO DE TU CÍRCULO ÍNTIMO: familiares, amigos, mentores. Aquellos que te acompañan, te soportan, te animan e inspiran. Alimenta la corriente de apoyo mutuo con ellos: reconoce cuán importantes son para tí, retribuye su fidelidad y su complicidad; está ahí y bríndales ayuda cuando lo necesitan. A menudo, habrá altibajos, crisis y tormentas, pues somos humanos, demasiado humanos. Pero la mayor parte de tu fortaleza está en esas personas. Reconócelo, aliméntalo, retribúyelo.
(3) MANTENERSE SIN DEUDAS. Claro y simple: vive por debajo de tus posibilidades, no por encima. Consume eficientemente, disminuye gastos, economiza en alimentos, ropa, entretenimiento. Si no hay opción, usa tus tarjetas solo si no perjudica tu ingreso futuro: para aprovechar ofertas y promociones, descuentos, cuotas sin intereses y así.
(4) AHORRAR. Todos los meses dedica a guardar al menos un 10% de tu ingreso. Por supuesto que no es fácil, sobre todo para nosotros, los más: los que luchamos cada día para ganar el pan con el sudor de nuestra frente. Pero el sacrificio vale la pena. El ahorro es tu tabla de salvación en momentos difíciles, de crisis personales y sociales. También es tu trampolín para tu crecimiento: te permite, llegado el momento y formado un capital inicial mínimo, invertir en ese negocio que te da vuelta en la cabeza, sea un startup, la bolsa, o ese bien que te dará una renta para mejorar tu patrimonio.
(5) INFORMARSE, LEER, ESTUDIAR. Fortalece tu capacidad de análisis, conoce los datos y fenómenos de la economía, del mercado de trabajo, de las finanzas, de la administración de recursos y de tiempo. Internet ha explotado en buenas herramientas para poder hacerlo a un bajo costo: blogs como este, canales de videos, newletters, redes sociales, e-books y artículos. La oferta es prácticamente infinita y hay para todos los gustos.
Es por esto que en mi próxima entrega te daré un listado de los principales recursos que estoy utilizando para informarme, estudiar y analizar el mundo de la economía, la gestión y las finanzas para seguir aprendiendo y, como indica uno de los hábitos de las personas altamente efectivas, "afilar la sierra".
Espero que me acompañes en esta nueva etapa.
Saludos.
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