miércoles, abril 02, 2014

Dentro del Éxito de Singapur

Por Daniel Amman y Simon Brunner (del Blog The Finacialist, de Credit Suisse).
Marzo 21, 2014

Cuando Singapur alcanzó su independencia hace aproximadamente 50 años, era una pobre avanzada colonial en una tierra pantanosa que carecía de recursos naturales. Hoy, la ciudad-Estado del sudeste asiático de 5.4 millones de personas es más rica per cápita que los Estados Unidos y Alemania. El PIB per cápita se ha incrementado más de diez veces desde $ 4.756 en 1980 a un estimado de $ 52.179 el año pasado. El año pasado, el FMI nombró a Singapur el país con mayores facilidades para hacer negocios y número dos en competitividad. Incluso su aeropuerto se está llevando a casa la medalla de oro.

¿Cómo Singapore pasó a ser la envidia del mundo? De muchas formas distintas, hizo lo que se supone que los gobiernos competentes deberían hacer. ¿Viviendas públicas de calidad? Hecho. ¿Educación pública de primera categoría? Hecho. ¿Una economía abierta, favorable a los negocios? Hecho. La ciudad-Estado también continúa con el desarrollo de enfoques innovadores frente a retos como la inmigración, los impuestos y la deuda. El Ministro de Finanzas singapurés Tharman Shanmugaratnam se sentó recientemente con Credit Suisse para explicar cómo el país se convirtió en el macho alfa de los Tigres Asiáticos y en un arquetipo global del éxito económico.

CS: ¿Cómo logró Singapur su éxito económico?

TS: La historia de Singapur puede explicarse por tres factores: (1) la ética de trabajo de los singapurenses, (2) nuestra respuesta a condiciones exteriores adversas y (3) nuestro gobierno, especialmente sus políticas educativa y habitacional. Nuestro enfoque es capacitar a la gente y apoyar una cultura de la aspiración, de trabajo y responsabilidad personal, en lugar de que el gobierno tome toda la responsabilidad.

CS: Empecemos con la cultura. ¿Posee un país tan joven como el suyo una cultura propia?

TS: Singapur es un accidente de la historia, a diferencia de otras naciones formadas por la voluntad de su gente de unirse. Era una sociedad multicultural y multireligiosa que inesperadamente se volvió un país independiente en 1965. Estábamos unidos no por un lenguaje común, como a menudo lo están las naciones-Estado, sino por una búsqueda para hacer algo mejor de lo que teníamos. Lo que surgió fue una cultura social basada en el trabajo.

CS: ¿Cómo se han hecho atractivos para los negocios?

TS: Nuestro fin económico, primero y principal, es crear buenos empleos para nuestra gente, ayudando a que los negocios tomen ventajas de las oportunidades. Estamos constantemente preguntándonos qué necesita el mercado y cómo podemos desarrollar las capacidades para satisfacer sus necesidades. Queremos que tanto las compañías locales como las internacionales encuentren que vale la pena establecer su presencia e invertir en Singapur.

CS: ¿Cuáles son los principales factores para hacer relevante a un país, como usted dice?

TS: Siempre señalo a las habilidades y a la experiencia de la gente. Para permanecer competitivos, debemos actualizar esas habilidades. Otras prioridades deben ser la seguridad, el imperio de la ley y la estabilidad política. Los inversionistas necesitan certeza, necesitan saber qué les espera diez o veinte años desde ahora.

CS: ¿Cómo proporcionan esa certeza?

TS: Nosotros no podemos cambiar retroactivamente leyes o normas. Debemos intentar anticipar los cambios en el embiente internacional y movernos temprano. Los gobiernos no deben esperar hasta que sean forzados a tomar acciones para cumplir con las normas internacionales. En lugar de eso, deben evolucionar y hacer cambios cuando los tiempos son favorables.

CS: ¿Cuán importante ha sido la política de bajos impuestos para vuestro éxito económico?
TS: Somos capaces de mantener nuestros impuestos a un bajo nivel relativo sólo porque también mantenemos un gasto público relativamente bajo. En particular, evitamos subsidios no focalizados enfocándonos en ayudar a aquellos que más lo necesitan. Queremos asegurarnos de que la gente de ingresos bajos tenga acceso a la educación, vivienda y salud de calidad. Un factor particularmente importante es que no tenemos compromisos no financiados o garantizados; todo está financiado dentro de nuestro presupuesto corriente o respaldado por nuestros bienes.

CS: ¿No hay deuda nacional?

TS: No hay préstamos en el sentido convencional, porque al gobierno no se le permite tomar prestado con el propósito de gastar o de ejecutar déficits en cualquier período legislativo. Sólo toma prestado para crear un mercado saludable de bonos y el dinero recaudado es invertido en el extranjero por nuestro fondo soberano de riqueza.

CS: La población extranjera de Singapur se ha duplicado en los últimos 30 años. ¿Cómo están manejando las presiones que vienen con la inmigración?

TS: Tenemos que mantenernos abiertos, pero no tan a ciegas. Somos una isla, una pequeña nación consistente en una sola ciudad. No tenemos una campiña para mudarnos si la ciudad se torna demasiado populosa o si los precios de las viviendas excenden lo que la gente pueda permitirse. Por esto tenemos estrategias de inmigración que aseguran que no sólo nos mantengamos competitivos, sino también que los singapurenses sigan teniendo el sentimiento de que este es nuestro país, con nuestras costumbres y valores sociales en su núcleo.

CS: Ustedes parecen enfatizar las responsabilidades sociales de los responsables políticos.

TS: Cuando la gente mira a Singapur desde afuera, a menudo piensan de él en términos de una historia de éxito económico. Pero en el centro, nuestro éxito está basado en principios y políticas sociales. Nuestro sistema educativo y nuestra política habitacional son los fundamentos en que nuestra nación se ha erigido.

CS: ¿Cómo describiría el modelo educativo de Singapur?
TS: Tenemos un sistema de educación pública de selección meritocrática en las escuelas secundarias e instituciones de tercer nivel. Pero también es un sistema con diversos cursos de estudio y un fuerte énfasis en cursos técnicos en el tercer nivel. Queremos ofrecerle a todos y cada uno la oportunidad de descubrir en que son buenos y aprender habilidades que valgan algo el mercado de trabajo.

CS: Vuestra política habitacional ha sido comparada con un experimento socialista.

TS: Es verdad, pero en una forma muy propia y única. El gobierno decide proporcionarle a todos el acceso a buenas condiciones de vida, pero también requiere a la gente de diferentes etnias y culturas vivir en el mismo vecindario. Esto ha ayudado a crear una identidad común, y el orgullo común de tener un hogar.

CS: ¿Cuál diría que son los valores fundamentales de Singapur?

TS: Podría parecer una paradoja, pero el activo apoyo gubernamental de la autosuficiencia está en el núcleo de nuestro enfoque. Si tú trabajas, te recompensaremos con más. Obtienes algo más del gobierno cuando tomas responsabilidad personal. Es nuestra manera de prevenir la erosión de la ética de trabajo y responsabilidad que hemos visto en muchas sociedades opulentas.

CS: ¿Qué cosa han hecho esas sociedades "opulentas" que usted querría evitar?

TS: Sus políticos prometieron a la gente beneficios sociales que fueron simplemente insostenibles. Con cada campaña electoral, añadieron nuevas promesas, dejándole la factura a las generaciones subsiguientes. Desafortunadamente, esto no sólo tiene consecuencias financieras, que ahora son obvias, sino que también cambiaron normas y valores sociales. La cultura del "derecho a" [es decir, sin contraprestación alguna] ahora se ha expandido, y tomará tiempo para revertirla. Es trágico, particularmente para la próxima generación. Por esto Europa está a la bpusqueda de nuevos modelos sociales. No es posible evitarlo.

Texto original: Inside Singapore's Success, en The Financialist

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