domingo, julio 21, 2024

Perfil: Juan David Villamarin y sus consejos para Aprender a Invertir


Juan David V. (Colombia, Andorra) es la cara visible del canal de Youtube Aprende a Invertir, una herramienta valiosa para quien quiere empezar adentrarse en el mundo de las inversiones en bolsa, y además uno de los influencers que estoy siguiendo últimamente. Ingeniero Industrial con un Master of International Business en la Grenoble Ecole de Management (Francia) y certificación en Gestión de Patrimonio e Inversiones por el Chartered Institute for Securities & Investment (CISI), con años de experiencia en comercio internacional, trading e inversiones, por lo que tiene sobradas credenciales para crear contenido sobre finanzas personales e inversiones en bolsa. Todo el contenido de su canal  y redes sociales es de carácter gratuito, lo que es un activo a favor muy importante en el mundo de los formadores financieros, y además es de una altísima calidad.

Nuestro influencer de hoy comenzó su viaje en los mercados financieros a los 21 años mientras trabajaba en una oficina convencional. Durante ese tiempo, se dio cuenta de una verdad fundamental: hacer trading e invertir son dos conceptos distintos. Fue entonces cuando se sumergió en el fascinante mundo de las inversiones, comprendió su funcionamiento y comenzó a invertir con disciplina constante.

A los 27 años, Juan David tomó la decisión trascendental de dejar su empleo y utilizó los frutos de sus inversiones para adquirir el activo más valioso del mundo: el tiempo, creyendo firmemente que preocuparse por el dinero desde temprana edad es lo que nos permite no tener que preocuparnos por él el resto de nuestras vidas. Sin embargo, enfrentó desafíos comunes a todos los inversores: estafas, falsos gurús y otras trampas, aprendiendo valiosas lecciones en el proceso y que determinó su filosofía de enseñanza: compartir sus experiencias de la manera en que hubiese deseado recibirlas cuando estaba aprendiendo. Por eso ha creado cientos de horas de contenido gratuito, con un lenguaje sencillo y claro para que cualquier persona pueda comprenderlo.

Juan David se centra en enseñar los principios básicos y fundamentales para invertir en bolsa de valores (acciones, ETF y bonos), partiendo de la premisa de que todos deberían tener acceso a esta información para mejorar sus vidas. Las principales bases de su filosofía de inversión son:

Diversificación: enfatizando la importancia de diversificar el portafolio de inversiones. Al distribuir el capital en diferentes clases de activos (como acciones, bonos, bienes raíces y otros instrumentos financieros), se minimizan las pérdidas y se optimizan los rendimientos. La diversificación también ayuda a reducir el riesgo asociado a eventos específicos del mercado como caídas y recesiones.

Generar ingresos pasivos: hacer que el dinero trabaje para nosotros, en lugar de trabajar exclusivamente por dinero. La inversión inteligente puede generar ingresos adicionales de forma pasiva y permitirnos alcanzar nuestros objetivos financieros sin depender únicamente de un empleo tradicional.

El dinero como medio y no fin: es importante tener claridad sobre nuestras metas financieras y utilizar el dinero como una herramienta para alcanzarlas.

Proyecto de vida: más allá de las cifras y los gráficos, nuestras inversiones deben estar alineadas con nuestros proyectos de vida. ¿Qué queremos lograr? ¿Qué estilo de vida deseamos? Estas preguntas deben guiar nuestras decisiones de inversión.

Paciencia y método: en el mundo de los negocios y de las inversiones, la paciencia y el método son consejeros valiosos. No se trata solo de ganancias rápidas, sino de construir una base sólida a lo largo del tiempo. La consistencia y la disciplina son clave. Su enfoque es práctico, realista y centrado en el crecimiento a largo plazo.

¿Cómo aplicar estos principios a la inversión personal?

Diversificación: es importante no poner todos los huevos en una sola canasta. Distribuye tus inversiones en diferentes activos: acciones, bonos, bienes raíces, etc. Una estrategia ideal para ello es utilizar los ETFs (exchange traded funds por sus siglas en inglés o fondos cotizados, que reúnen en una cesta a varios instrumentos de inversión como acciones y bonos, replicando índices como el S&P 500, el Nasdaq o bien agrupándolos por sectores económicos), a través de la metodología de núcleos y satélites, es decir, utilizar un ETF que replique a un índice global como instrumento principal de inversión (núcleo) y complementar otros instrumentos (acciones, bonos, ETF) por sectores, según la preferencia y el perfil de cada quien, ayudando a reducir el riesgo y a equilibrar los rendimientos a lo largo del tiempo.

Educación continua: el aprendizaje constante es fundamental. Leer libros, seguir blogs financieros, escuchar podcasts y aprovechar los recursos que ofrecen las herramientas de internet, donde hay multitud de cursos gratuitos y otros a pago y con certificación, que se pueden aprovechar para conocer más sobre el mundo de las inversiones. Cuanto más comprendas los mercados y las estrategias a aplicar, tomarás mejores decisiones informadas. Obviamente, el consejo y la orientación de un asesor financiero es una opción siempre recomendable y segura (aunque requieren descontar la comisión por servicios del rendimiento de la inversión).

En el sitio web Aprende a Invertir se ofrecen distintas herramientas que te orientan en tu proceso de inversión, como calculadora de salud financiera, un listado de brokers regulados disponible en cada país de Latinoamérica, un valioso cuestionario para determinar tu perfil de riesgo, entre otras.

Definición de objetivos y horizonte temporal: ¿Qué esperas lograr con tus inversiones? ¿Es para la jubilación, comprar una casa o financiar un proyecto? Define metas claras y adapta tus inversiones en consecuencia. De tus metas y horizonte temporal dependerá tu capacidad de exponerte a determinados riesgos, siendo importante considerar que una regla de las inversiones es que "a mayor riesgo, mayor retorno". No todas las estrategias son adecuadas para todos los objetivos, por lo que es de suma importancia determinar con claridad y detalle estos últimos.

Evaluación de la tolerancia al riesgo: todas las personas tienen un umbral diferente para el riesgo, que depende de su edad, perfil de riesgo (conservador, agresivo), el monto de los fondos involucrados en su inversión, objetivos y horizonte temporal . ¿Puedes dormir tranquilo si tus inversiones fluctúan bruscamente o prefieres ingresos constantes y seguros, aunque sean más bajos? El inversionista debe ajusta su portafolio según su perfil de riesgo, sin dejarse llevar por modas o emociones del mercado.

Investigación previa a la operación: no se debe comprar acciones solo porque alguien más (sea Warren Buffet o el vecino de al lado) lo hizo. Investiga las empresas, comprende sus fundamentos y mira su historial. ¿Tienen ventajas competitivas? ¿Cómo se desempeñan en diferentes condiciones económicas? ¿Cuál ha sido su desempeño pasado y cuáles son sus perspectivas futuras? ¿El precio asignado por el mercado corresponde a su valor real o está por encima (o por debajo)? Observar el mercado y las acciones durante un tiempo antes de disponerse a invertir es una buena decisión para calibrar los riesgos y disminuir la probabilidad de decisiones precipitadas que puedan traer consecuencias indeseadas.  

Mantener la calma durante las crisis: los mercados pueden ser muy volátiles, lo que requiere a menudo nervios de acero para conservar el autocontrol y no vender a pérdidas durante una caída o corrección de la bolsa. En momentos de crisis, es importante no tomar decisiones impulsivas y mantener la calma, evaluar la situación y recordar los objetivos a largo plazo.

Revisión permanente del portafolio: las inversiones también deben adaptarse a los cambios de la vida cambia. Es importante revisar el portafolio al menos una vez al año y confrontarlo con los objetivos que se fijaron desde el principio. ¿Es necesario ajustar algo? ¿Hay oportunidades nuevas que se avienen con tus objetivos? ¿Cambiaron tus prioridades, circunstancias Tener o el mercado? Si las respuestas a estas preguntas son afirmativas, entonces podría ser el momento de recalibrar el portafolio de inversiones.

Tener presente que la inversión es una carrera de fondo, no un sprint. No hay que desanimarse con las fluctuaciones diarias de humor del "Sr. Mercado", como lo llamaba Benjamin Graham, mentor de Warren Buffet. Es preciso mantener el foco, la visión de largo plazo y ser perseverante con las decisiones de inversión. Y, en caso de dudas, consultar siempre con un asesor financiero.

Sobre la base de los principios arriba mencionados y de la metodología para aplicarlos, se pueden identificar los errores más importantes a evitar al momento de invertir:

No diversificar: Poner todos los huevos en una sola canasta es arriesgado. Diversifica tus inversiones. No te limites solo a acciones de una empresa o a un sector específico. Considera también bonos, fondos de inversión y otros instrumentos. La diversificación reduce el riesgo y equilibra los rendimientos2.

No atender la educación financiera: como lo decía el gran Benjamin Franklin, "una inversión en conocimiento rinde el mejor interés". Por lo tanto, fórmate, infórmate y actúa sobre la base de lo aprendido.

Invertir sin considerar el perfil de riesgo: es crucial el conocimiento de sí mismo para invertir con éxito. ¿Eres conservador o más arriesgado? Define tu perfil de riesgo antes de invertir. Para ello, Juan David tiene un valioso cuestionario de autoconocimiento con preguntas muy sencillas (yo mismo lo hice y fue de gran ayuda para tomar mis propias decisiones de inversión).

No tener un objetivo ni un plan claro de inversión: como bien lo decía el filósofo Séneca: "No hay viento favorable para el que no sabe dónde va". Si no tienes una meta clara claro en función de la cual trazarte el plan de inversión, no es posible obtener un resultado afortunado. Además, es crucial tener un plan: ¿Cuánto invertir, en qué instrumentos y por cuánto tiempo? Sin un plan, puedes perder el rumbo fácilmente.  

No prestar atención a los costos asociados a la inversión: cada transacción genera costos. Comisiones, impuestos, spreads… Todo suma. Es preciso investigar y comparar las tarifas de los intermediarios antes de elegir uno. Las comisiones bajas pueden marcar la diferencia en los rendimientos a largo plazo.

Endeudarse para invertir: el apalancamiento aumenta el riesgo y, si las inversiones no salen como se espera, podría conllevar a una situación complicada. Es preferible invertir con capital propio.

Asustarse y vender: la volatilidad de los mercados es una constante y puede ser aterrados ver caer el valor de las inversiones De allí que es importante no tomar decisiones impulsivas, mantener la calma y evaluar la situación. A veces, las mejores oportunidades surgen en medio de la incertidumbre.

Mirar a corto plazo: muchos principiantes quieren ganancias rápidas y se obsesionan con el día a día de los mercados. La inversión exitosa requiere paciencia y pensar a largo plazo; establecer un horizonte de al menos tres años para las inversiones. El interés compuesto es el mejor aliado: cuanto más tiempo se mantenga invertido el dinero, mayores serán los rendimientos con el paso del tiempo.

Espero que el contenido sea de tu interés. Nos vemos en la próxima.

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