jueves, marzo 23, 2006

RSE: El rostro humano de la empresa

Patricia Battaglia García

En la actualidad, la empresa es considerada como un ciudadano global por operar dentro de una organización social llamada sociedad y utilizar los recursos disponibles en ella para producir sus beneficios. Siguiendo esta premisa, resulta obvio que "las organizaciones no pueden estar ajenas a los problemas que aquejan a las comunidades en las cuales se encuentran insertas puesto que es imposible que existan empresas sanas en comunidades enfermas", explica Margarita Montero, directora de Alianza Social, unidad a través de la cual se canalizan las acciones de responsabilidad social de Venamcham.

La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) -según Montero- "es el compromiso voluntario para enfrentar, de forma proactiva, a las problemáticas sociales del país". Las organizaciones capaces de ejecutar programas con impacto positivo en las comunidades, son aquellas que son sustentables y aplican la filantropía, entendida como el diseño de políticas ideales para encauzar la inversión social.

Para que los programas sociales sean altamente factibles -explica Montero- deben contar con la participación seria y responsable de tres entes fundamentales: el estado, la empresa privada y la sociedad civil. Al conjugar los esfuerzos de estos actores se crea un espacio común para generar el bien social, respetando la identidad de cada sector. En este sentido "se establece una relación ganar-ganar entre todos los miembros que trabajan por mejorar la calidad de vida del venezolano".

La RSE promueve las relaciones éticas que la empresa establece con todos sus públicos. En primera instancia estas acciones deben aplicarse a su participante más importante: los empleados. Al ofrecer salarios justos, un ambiente laboral adecuado, prácticas de buena gobernabilidad corporativa, prevención de riesgos y mecanismos de anticorrupción, entre otros ámbitos, la empresa registrará mayor productividad, así como reducirá la rotación de los trabajadores por el grado de lealtad y compromiso que generará el empleado hacia la empresa.

Así mismo, los beneficios de la inversión social trascienden al ámbito público. Una empresa que participe activamente para resolver problemas específicos de las comunidades, es percibida de forma positiva, lo cual "propicia que el consumidor muestre preferencia por la organización y consuma los productos o servicios que esta produzca".

Montero asevera que "la empresa debe comunicar las acciones sociales que emprende, porque de esta manera se exhorta a las demás corporaciones a actuar socialmente responsable para impulsar el desarrollo del país". Igualmente concibe pertinente que cada organización realice un balance de las acciones sociales que lleva a cabo para posteriormente definir las políticas y las vías a través de las cuales se canalizarán estos esfuerzos.

Según Montero, la RSE debe estar alineada al negocio, debido a que "en esa medida es más factible que se ejecuten las iniciativas, ya que se cuenta con los recursos, la experiencia y el conocimiento necesario para hacerlo". Sin embargo, comenta que el terreno de acción para ejercer iniciativas socialmente responsables es muy amplio puesto que estas prácticas no se limitan a la donación de dinero, sino que abarcan otras áreas tales como la creación de voluntades, llevar a cabo campañas que comuniquen conceptos de ética empresarial, así como la capacitación del voluntariado corporativo.

Montero explica que Alianza Social tiene como misión incentivar la RSE a través de publicaciones, alianzas estratégicas para el apoyo a empresas interesadas en ejecutar programas sociales, organización de eventos, así como la difusión y promoción de estos conceptos. Como parte de su labor en esta área, Margarita Montero, invita a todas las empresas "a retribuir, a través de prácticas socialmente responsables, todo aquello que la empresa ha tomado de la comunidad".

Fuente: http://universo.eluniversal.com/2006/03/17/ureso_art_17A683777.shtml. Jueves 23/03/2006.

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