Sigo adelante con la traducción del artículo del economista Morgan Housel, que le dió origen a su libro homónimo, que ha sido todo un éxito en ventas. Veamos:
13. Underestimating the need for room for error, not just financially but mentally and physically.
[13. Subestimar la necesidad de margen de error, no sólo financieramente sino también mental y físicamente.]
Ben Graham once said, “The purpose of the margin of safety is to render the forecast unnecessary.”
[Ben Graham dijo una vez: “El propósito del margen de seguridad es hacer innecesario el pronóstico”.]
Benjamin Graham: “El propósito del margen de seguridad es hacer innecesario el pronóstico”.
There is so much wisdom in this quote. But the most common response, even if subconsciously, is, “Thanks Ben. But I’m good at forecasting.”
[Hay tanta sabiduría en esta cita. Pero la respuesta más común, aunque sea inconscientemente, es: “Gracias Ben. Pero soy bueno haciendo pronósticos”.]
People underestimate the need for room for error in almost everything they do that involves money. Two things cause this: One is the idea that your view of the future is right, driven by the uncomfortable feeling that comes from admitting the opposite. The second is that you’re therefore doing yourself economic harm by not taking actions that exploit your view of the future coming true.
[La gente subestima la necesidad de tener un margen de error en casi todo lo que involucra dinero. Dos cosas causan esto: una es la idea de que tu visión del futuro es la correcta, impulsada por el sentimiento de incomodidad que surge al admitir lo contrario. La segunda es que tú, por lo tanto, te estás causando un daño económico al no tomar medidas que se beneficien de tu visión del futuro haciéndose realidad.]
But room for error is underappreciated and misunderstood. It’s often viewed as a conservative hedge, used by those who don’t want to take much risk or aren’t confident in their views. But when used appropriately it’s the opposite. Room for error lets you endure, and endurance lets you stick around long enough to let the odds of benefiting from a low-probability outcome fall in your favor. The biggest gains occur infrequently, either because they don’t happen often or because they take time to compound. So the person with enough room for error in part of their strategy to let them endure hardship in the other part of their strategy has an edge over the person who gets wiped out, game over, insert more tokens, when they’re wrong.
[Pero el margen de error se subestima y se malinterpreta. A menudo se ve como una cobertura conservadora, utilizada por aquellos que no quieren correr muchos riesgos o no confían en sus puntos de vista. Pero cuando se usa apropiadamente es todo lo contrario. El margen de error te permite aguantar, y esa resistencia te permite permanecer el tiempo suficiente para que estén a tu favor las probabilidades de beneficiarte de un resultado poco probable. Las mayores ganancias ocurren con poca frecuencia, ya sea porque no suceden a menudo o porque tardan en acumularse. Entonces, la persona que deja suficiente margen de error en parte de su estrategia para permitirle soportar las dificultades en la otra parte de su estrategia tiene una ventaja sobre la persona que, cuando se equivoca, es eliminada, “su juego acabó, inserte más fichas”.]
There are also multiple sides to room for error. Can you survive your assets declining by 30%? On a spreadsheet, maybe yes – in terms of actually paying your bills and staying cash-flow positive. But what about mentally? It is easy to underestimate what a 30% decline does to your psyche. Your confidence may become shot at the very moment opportunity is at its highest. You – or your spouse – may decide it’s time for a new plan, or new career. I know several investors who quit after losses because they were exhausted. Physically exhausted. Spreadsheets can model the historic frequency of big declines. But they cannot model the feeling of coming home, looking at your kids, and wondering if you’ve made a huge mistake that will impact their lives.
[También hay múltiples posibilidades de error. ¿Podrás sobrevivir a que tus activos caigan un 30%? En una hoja de cálculo, tal vez sí, en términos de pagar sus facturas y mantener un flujo de caja positivo. Pero ¿qué pasa mentalmente? Es fácil subestimar lo que una disminución del 30% le hace a tu psique. Su confianza puede verse afectada en el momento en que la oportunidad está en su punto máximo. Usted (o su cónyuge) puede decidir que es hora de un nuevo plan o una nueva carrera. Conozco a varios inversores que renunciaron después de sufrir pérdidas porque estaban agotados. Físicamente agotados. Las hojas de cálculo pueden modelar la frecuencia histórica de las grandes caídas. Pero no pueden modelar la sensación de volver a casa, mirar a sus hijos y preguntarse si ha cometido un gran error que afectará sus vidas.]
¿Qué podemos aprender de lo anterior?
- Subestimar la necesidad de margen de error, no sólo financieramente sino también mental y físicamente. Como dijo Benjamin (“Ben”) Graham, autor del libro El Inversor Inteligente y mentor de Warren Buffett en sus inicios: “El propósito del margen de seguridad es hacer innecesario el pronóstico”. Es decir, evita la tendencia que tenemos a intentar adivinar el curso del mercado, a efectuar predicciones que pueden llevarnos a error.
- La gente no comprende adecuadamente la necesidad de tener un margen de error en asuntos de dinero; esto se debe a dos razones: 1) creemos que estamos en lo correcto porque es doloroso aceptar que nos podemos equivocar y 2) por lo tanto, nos ocasionamos un daño económico al no tomar acciones que se beneficien de nuestra visión del futuro manifestándose en la realidad.
- Sin embargo, el margen de error también se subestima y malinterpreta: se ve como una cobertura conservadora utilizada por aquellos que no quieren correr riesgos. En realidad, cuando se usa adecuadamente es todo lo contrario, ya que nos permite resistir las adversidades por tiempo suficiente para que estén a nuestro favor las probabilidades de beneficiarnos de un resultado que es poco probable.
- ¿Cómo calcular el margen de error en tus decisiones económicas? Algunas variables a considerar son: a) identifica la fuente de incertidumbre (¿Qué tan grande es la probabilidad de una crisis económica? ¿Tengo un ingreso/ahorros/capital suficiente? ¿Cuánto tiempo puedo durar en mi empleo?...); b) cuantifica el margen de error, teniendo en cuenta un intervalo que te dé confianza en tus estimaciones (ej. Producir entre 90 y 100 unidades de un producto, en lugar de casarte con una sola meta); c) considera diversos escenarios (el mejor, el peor, el más probable); y d) toma decisiones robustas: toma en cuenta varias opciones flexibles en tus decisiones y desarrolla planes de contingencia para afrontar posibles eventos adversos.
Es todo por hoy. Espero que el contenido sea provechoso e interesante. ¡Hasta la próxima!
Links de interés:
- The Psichology of Money (artículo original de Morgan Housel, en inglés).
- Parte XII de la serie.