miércoles, agosto 13, 2014

Una Guía para el Debate sobre el Precio de la Gasolina



El reciente anuncio hecho por el Presidente Nicolás Maduro sobre (entre otros temas) el inicio de un debate sobre el precio de la gasolina no tomó desprevenido al blog Gestión Inteligente. De hecho, en varias ocasiones veníamos reflexionando al respecto: la primera, expresando cuales eran los 5 temas necesarios para discutir en el seno de la sociedad venezolana, donde no nos referimos exclusivamente al ámbito económico (por ejemplo, escribimos sobre los fines de la pena en una sociedad como la venezolana, que se dice democrática; la despenalización del aborto no terapéutico; nuestras prioridades educativas, pronunciándonos a favor de dedicar la parte más importante de los recursos del Estado a la educación básica -incluída la de carácter medio-, mientras que en la universitaria debería permitirse más activamente la apertura a los aportes y, en general, a la colaboración privada; y finalmente, la ineludible cuestión ambiental), aunque respecto a ese tópico, aludimos claramente al núcleo de lo que con el anuncio Presidencial se ha puesto en el tapete: la cuestión del subsidio de la gasolina y de los servicios públicos (electricidad, transporte, entre otros).

En una segunda oportunidad, reseñamos la experiencia de un país productor de petróleo que logró, con la asesoría del Fondo Monetario Internacional, desmontar el subsidio estatal sobre la gasolina, sin que se implementara una terapia de shock que impactara en sectores sociales vulnerables (como el lugar común indica que ocurrió en Venezuela durante el año 1989, uno de los detonantes de la jornada conocida como el Caracazo, de triste memoria para los venezolanos). La referida experiencia, seguimos pensando, puede ser un modelo valioso a seguir para inspirar las medidas que podrían ser implementadas al respecto por Venezuela.

En tercer lugar, cuando ya asomaba con fuerza la intención del Gobierno nacional por debatir el tema, mientras reseñábamos las noticias del momento, enumeramos algunos argumentos a favor de la medida, tales como: la racionalidad económica, el equilibrio presupuestario, la erradicación de (parte de) las distorsiones económicas existentes en el país, mismos que ahora se están discutiendo con fuerza en los interesados en el tema. La situación actual es más difícil que la oportunidad en la se empezó a tratar con menos timidez el tema del precio de la gasolina: la crisis económica, cocinada durante largos años de políticas audaces, pero equivocadas, que ahora es cuando han venido revelando su fracaso, ha estado afectando a toda la población venezolana: trabajadores y empresarios por igual. De allí lo importante de traer a colación el tema y de ventilarlo públicamente, no sólo entre las personas allegadas al oficialismo y los funcionarios encargados de las decisiones de política económica, sino por parte de toda la población.

Ángel Alayón, columnista de Prodavinci.com, una página dedicada a la actualidad venezolana, propone una guía para discutir el asunto. Al introducir el debate abiertamente planteado por Nicolás Maduro, sintetizó la situación de la siguiente manera:
El precio subsidiado de la gasolina genera cuantiosas pérdidas a PDVSA y al fisco nacional: los cálculos oficiales las estiman en 12.500 millones de dólares al año, producto de un subsidio que beneficia principalmente a los venezolanos que se movilizan en vehículos particulares, que son minoría y además tienen un ingreso superior al promedio. En consecuencia, el subsidio de la gasolina es regresivo. Es decir: beneficia a los que más tienen en perjuicio del resto de la sociedad. Por esta razón, en principio, el aumento del precio de la gasolina combatiría la desigualdad. Y ése es un argumento que escucharemos muchas veces en las próximas semanas.

Sin embargo, el beneficio de los que “menos tienen” depende del uso que se le dé a los recursos que genere el aumento del precio de la gasolina. Los dueños de vehículos pagarán más por cada litro de combustible, mientras que a PDVSA y al fisco le entrarán más recursos. ¿Se utilizará ese dinero producto del aumento del precio de la gasolina para beneficiar a quienes hay que beneficiar? En este torno a las respuestas a esta pregunta se centrará buena parte del debate. Muchos dirán que sí aceptan el aumento del precio de la gasolina, pero que debe discutirse sobre el uso de los fondos.

Nicolás Maduro, anticipándose a esta discusión, propuso una fórmula de distribución:

 “Propongo que todo el dinero que venga vaya a un Fondo Social centrado en el país y en sus necesidades”, señaló. La distribución será la siguiente: 20% para la Gran Misión Vivienda Venezuela, 20% para becas del sistema universitario, otro 20% para la Misión el  Amor Mayor, otro para Patria Segura  y un último 20% para vialidad y servicios”.

Se trata de un viejo recurso para darle viabilidad política a lo incómodo: marcar el destino de los fondos que se recaudan con nuevos impuestos o, en este caso, con el incremento del precio de un producto subsidiado a programas inapelables. Sin embargo, la propuesta de Maduro está lejos de agotar la discusión.
 Otros temas abordados por Alayón, incluyen:

* La disposición de información detallada sobre el destino de los recursos obtenidos al disminuirse (o eliminarse de plano) el subsidio a la gasolina. La transparencia volvería al debate más fluido y generaría mayor conciencia acerca de las necesidades y beneficios de la medida.

* La mayor efectividad de plantear inversiones concretas con los ingresos del aumento del precio del combustible, en lugar de asignar porcentajes a planes abstractos, sin que se desglose cómo serán utilizados, tal y como parece ser la propuesta del Presidente.

* La posibilidad de tomar en cuenta la propuesta de varias personas en torno a la entrega directa a los ciudadanos de (al menos parte de) lo recaudado por concepto del incremento.

* El impacto del debate en la forma en que se ha venido gestionando la empresa petrolera estatal, Petróleos de Venezuela (PDVSA) en los últimos 15 años.

* La evaluación de los posibles cambios en la conducta de los consumidores (en el sentido de una racionalización del uso del combustible).

* Finalmente, pero no menos importante, la cuestión de la incidencia de la medida en el desestímulo del contrabando de extracción de combustible venezolano hacia Colombia y Brasil, activado por el diferencial de precios entre nuestro mercado y el de los países vecinos.

La cuestión apenas inicia. Aún es imposible prever hasta donde nos llevará el curso de los eventos. Lo que sí parece seguro es que la decisión de aumentar el precio de la gasolina ya parece tomada, y que la supuesta consulta es tan sólo un mero trámite necesario para que aquella tenga cierta legitimidad para que se efectúe sin sobresaltos, sobre todo tomando en cuenta el hervidero social actualmente existente debido a la inestabilidad económica, la pésima gestión del gabinete en el ámbito y la tensión política que llegó a su culminación con los acontecimientos que estallaron en febrero de este año. Tal y como Alayón concluye su artículo, no nos queda más que expresar nuestro deseo de que la cuestión del precio de la gasolina (y de las demás que se avecinan en el ámbito económico) tenga un desenlace conveniente: "Ojalá pueda plantearse la discusión… o los fantasmas seguirán acechando". A conjurar, pues, esos fantasmas, debatiendo el asunto para tomar la decisión más favorable a los intereses de todos.

miércoles, julio 23, 2014

Los museos y la "diplomacia cultural"

A propósito del sonado caso del robo (en 2002) y reciente recuperación del cuadro de Henry Matisse, "Odalisca con Pantalón Rojo", quisiera compartir algunos extractos de un artículo de la revista española "Política Exterior", titulado "Museos y diplomacia cultural", firmado por Miguel Zugaza, director del Museo del Prado.

Museos y diplomacia cultural


Occidente proyecta a través de los museos el triunfo de la era revolucionaria, de la razón y de la democracia. Las regiones que hoy se disputan la hegemonía económica no esconden su deseo de emular el prestigio occidental logrado con sus instituciones culturales.
"El Museo del Prado es lo más importante para España, más que la monarquía y la república juntas". Con esta provocadora sentencia, atribuida a Manuel Azaña, al tiempo de proclamar su admiración por el tesoro artístico que guarda entre sus muros esta veterana institución pública, no hacía otra cosa que situar el museo como una principal “razón de Estado”. El Prado como el resto de las galerías nacionales creadas en la era revolucionaria son depósitos privilegiados de la memoria colectiva de los diferentes Estados contemporáneos, formados por los retazos de lo más excelente de la creación del hombre en la historia, unidos por la tradición coleccionista culta de cada uno de nuestros países y, más recientemente, por la revisión académica que nuestras instituciones han propuesto de la historia particular y universal del arte que conservan.
Muchas veces decimos que los museos y su misión han cambiado poco desde su creación en los albores de la edad contemporánea. Lo que ha cambiado es la sociedad y su relación con el arte. Los museos han pasado de ser instituciones estrictamente académicas a convertirse en centros de educación de la sociedad; de ser frecuentados tan solo por artistas, aficionados y especialistas a recibir a millones de ciudadanos que se acercan, desde todas las partes del mundo, atraídos por la singularidad de las obras que atesoran...

El triunfo de la razón y la democracia
Los museos occidentales han adquirido un prestigio universal envidiable. Después de más de dos siglos de historia, hoy proyectan el emblema visible del triunfo de la era revolucionaria, de la razón y de la democracia, donde nuestros ciudadanos se miran orgullosos y cuyo prestigio es admirado por el mundo. Ese prestigio social y político que han adquirido los museos produce, inevitablemente, el deseo de emulación que se hace más fuerte e irresistible entre las regiones que se disputan la hegemonía económica mundial en la actualidad...
Para alimentar ese deseo se encuentra el mercado, y no deja de ser obvio que el arte ahora y siempre se ha movido por el mundo siguiendo al mejor postor. No tenemos que ir muy lejos para comprobarlo. Las colecciones que actualmente exhibe con orgullo el Museo del Prado proceden, en muchos casos, de otras colecciones europeas. El Lavatorio de Tintoretto, obra asociada ya indisolublemente al patrimonio español, fue pintada para la iglesia veneciana de San Marcuola y posteriormente pasó a manos de la prestigiosa colección de Carlos I de Inglaterra, siendo adquirida por el rey Felipe IV en la almoneda organizada tras la ejecución del monarca inglés.
Muchas obras de los grandes museos internacionales conservan en su historia, en su particular camino de prestigio, el itinerario marcado por esa norma esencial del mercado buscando a su mejor postor. Eso no ha cambiado en el caso de las obras de dominio privado. A cambio, las colecciones “nacionales”, las que pertenecen al patrimonio público y que mayoritariamente se conservan en los museos, han salido definitivamente del mercado. Son patrimonios inembargables cuyo valor ya no es económico sino estrictamente histórico y cultural. Esta es, sin duda, otra de las grandes conquistas de estas instituciones.
El Lavatorio, por Jacopo "Tintoretto" Comin.
Internacionalización y deslocalización
La compleja red de relaciones que forma nuestro mundo globalizado también ha afectado a la misión de los museos hoy día; obligándoles a asumir nuevas responsabilidades. El museo tradicional, localizado físicamente en una ciudad y en un edificio, identificado con el progreso cultural y artístico de una nación, se enfrenta a reconsiderar su papel en un mundo gobernado por las reglas del mercado global y la deslocalización.
Resulta oportuno observar las distintas soluciones ensayadas en los últimos años frente a esta nueva realidad. No existe un museo igual a otro y, por tanto, las fórmulas son diferentes. La primera diferencia radica en la particular historia del país y la identidad común con ella que tienen las colecciones de los museos. Es una cuestión de perspectiva histórica que no puede ser la misma para un inglés, un norteamericano, un español o un chino...
Otra diferencia fundamental es la naturaleza especializada de cada museo. La forma de enfrentarse a esta nueva realidad es distinta entre los museos históricos o los centros de arte contemporáneo.
Uno de los más publicitados intentos de hacer congeniar el mundo global con los museos fue la operación de expansión ideada por la Fundación Solomon Guggenheim de Nueva York en la década de los noventa, que se desarrolló sobre una plataforma muy particular. Era una institución privada estadounidense, dedicada al arte occidental del siglo XX y al arte actual y que, además, ya tenía una antena exterior, la colección Peggy Guggenheim en Venecia. Sobre estas especiales condiciones se diseñó una ambiciosa estrategia global cuyo resultado más notorio y exitoso ha sido el establecimiento de una sede del museo en Bilbao...
Sin duda, las instituciones dedicadas a lo contemporáneo [como el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, antes de 2006 llamado "Sofía Imber", que aloja al cuadro de Matisse] tienen una mayor libertad y, seguramente, coartada conceptual para ensayar este funcionamiento en red o global. En cambio, más dificultad tienen los museos históricos que han edificado su prestigio sobre su inamovible localización cultural y física.
La diplomacia cultural entendida como un soft power no es algo nuevo. Los museos internacionales llevan décadas colaborando activamente con otros países a través de préstamos de obras singulares o de conjuntos significativos de sus colecciones, con la finalidad de ampliar el prestigio y conocimiento de sus instituciones y, al mismo tiempo, servir de embajadores culturales de sus respectivos países en el mundo...
Las estrategias de internacionalización de nuestros museos han estado siempre subordinadas a las necesidades y estrategias diplomáticas de los países. A esta nueva “razón de Estado” se suma, más recientemente, otro argumento central como son las dificultades de financiación de los museos públicos europeos. El crecimiento físico y operativo que han vivido los museos en las últimas décadas, que más arriba hemos calificado de éxito en el cumplimiento de su misión, ha generado a su vez necesidades de financiación extraordinarias que los presupuestos de las administraciones de las que dependen no pueden asumir en su totalidad. Una situación que se agrava extraordinariamente en coyunturas depresivas como la actual. El complemento de financiación necesario se busca en los esfuerzos coaligados que hacen los visitantes, la comunidad social que acompaña a cada institución con sus donaciones y patrocinios y, finalmente, gracias a la capacidad comercial del museo a través de la venta de productos o servicios...
El argumento económico fue, sin duda, el que catapultó las opciones de globalización del Guggenheim: una institución con limitados recursos económicos pero con un activo extraordinariamente solvente como es su gran colección de arte del siglo XX. La idea-fuerza era poder compartir con nuevos públicos esa colección y el know-how de la institución estableciendo nuevas sedes por el mundo. Su visión coincidió con las necesidades de una región con posibilidades financieras y una estrategia imaginativa y valiente de revitalización urbana y económica como era el País Vasco y la ciudad de Bilbao. El resultado, la creación del Guggenheim Bilbao, una operación cuyo éxito ha trascendido del estricto ámbito cultural pero que, indiscutiblemente supuso un terremoto de una gran escala en las políticas culturales y las estrategias globales de los museos internacionales. Sin duda, hay un antes y un después de esta exitosa experiencia. A partir de ella se empezó a hablar de una forma más abierta de las oportunidades de deslocalización de los museos. Por primera vez, se debatía sobre la transversalidad entre cultura, economía y desarrollo social y urbano, y del beneficio de esa asociación.
En cualquier caso, “el terremoto Guggenheim” provocó un auténtico tsunami de proyectos e iniciativas que, con mayor o menor fortuna y disimulando más o menos los prejuicios puristas, buscaban ese modelo de éxito.
Diez años después, ¡tan solo una década!, hemos visto aflorar por las más diversas partes del planeta estrategias parecidas de internacionalización de los museos tradicionales. La más reciente, y cargada de un especial simbolismo, es el Museo del Louvre y su política de expansión. El padre de todos los museos ha llevado adelante dos operaciones simultáneas de deslocalización... 
Cada uno de los museos implicados responde a una razón de diplomacia cultural y no han dudado en edificar su identidad a través de la participación del talento de algunos de los mayores arquitectos de sus respectivos países. Frank Gehry para los estadounidenses, Jean Nouvel para los franceses y Norman Foster para los británicos.Criticar esta ambiciosa operación como un canto del cisne del neocolonialismo cultural sería demasiado fácil. Valorar su futuro, su éxito o su fracaso, imposible. Creo que es mejor observarlo como un ensayo de la expansión de las marcas nacionales, dentro de un nuevo mercado asociado al lujo y “legalizado” por la diplomacia cultural occidental. Lo que no sé tampoco es si allí se escenifica la fortaleza de nuestra posición en el mundo o, más bien, donde se proclama nuestra decadencia. El tiempo lo dirá.
España: una reflexión sobre el pasado y el futuro
Teniendo en cuenta este incierto panorama, ¿cuál es el papel que le puede corresponder a España, a su cultura y a sus museos en este escenario ampliado de la globalización? Para empezar, podemos quitarnos algunos prejuicios si sabemos reconocer que sobre la decadencia occidental podemos dar lecciones al mundo. Nuestra posición hegemónica en el orbe declinó hace ya varias centurias. Mientras las potencias europeas modernas colonizaban el mundo, nuestro país perdía sus últimas posesiones ultramarinas. Desde luego, creo que podemos aportar una perspectiva histórica experta.
Perdido el poder, lo que nos ha quedado es una gloriosa ruina, nada más y nada menos que uno de los más diversos y ricos patrimonios históricos y artísticos que conserva cualquier nación del mundo. De alguna manera el poder político se ha metamorfoseado en una potencia cultural universal de primer orden, lo que supone nuevamente una gran responsabilidad y toda una extraordinaria oportunidad.
La cultura, la lengua y todas las manifestaciones artísticas conforman, sin duda, la “imagen de España”, esa sombra más o menos alargada que nos persigue históricamente y que, ahora, los profesionales del marketing y la comunicación llaman marca-país. No dudo de la eficacia de estas estrategias en otros sectores de la actividad económica. Más dudas me plantea la utilidad de pasear por el mundo nuestro orgulloso pasado y el innato talento creativo español para convencer al mundo de la bondad de nuestra realidad actual, y menos, a golpe de campaña promocional.
España [o cualquier otro país del mundo, incluida Venezuela] será respetada como un país culto, cosmopolita e inteligente si la sociedad lo es. Una sociedad que se sienta responsable de esa herencia extraordinaria que ha recibido, incluidas sus lenguas. Unos ciudadanos que confíen en la creación artística como una forma excelente de reflexión sobre el presente y futuro. Un país donde el pilar principal del consenso resida en la educación. Un país de jóvenes profesionales técnicamente cualificados y cultos. Un lugar de investigación y ciencia.
Es decir, la verdadera diplomacia cultural no la debemos hacer tanto de puertas hacia fuera sino hacia dentro. La cultura tiene que dejar de ser un simple acompañamiento de la diplomacia y de sus legítimos y positivos objetivos como son, entre otros, (1) la mejora de las relaciones políticas entre los Estados, (2) la promoción de las inversiones internacionales, (3) la expansión de nuestras empresas y exportaciones. La cultura, y específicamente la gestión del patrimonio histórico y artístico, es un sector que tiene sus propios objetivos, que genera su propia economía y es una fuente de empleo de calidad. Objetivos que no siempre, en contra de la opinión común, se encuentran alineados con los de otros sectores de actividad...
Los museos deben ser buenos embajadores del país, pero también anfitriones de los ciudadanos que, desde cualquier parte del mundo, se interesan por conocernos a través de nuestra cultura. Un catedrático de la universidad española dijo en una ocasión que los directores de museos españoles éramos “touroperadores de lujo”. A pesar de su intención sarcástica, creo que algo de razón tenía...
Si la energía tenemos que ponerla en la mejora de la conservación, conocimiento y accesibilidad del patrimonio, los museos, y no solo sus colecciones, pueden participar al mismo tiempo activamente en el concierto internacional colaborando con otras instituciones, acercando la identidad y calidad de sus colecciones a públicos y culturas distantes, ayudando a entender mejor nuestra historia común incorporando la visión de los otros y, a su vez, nuestra voz a los intereses de estudio y reflexión de las universidades e instituciones académicas internacionales. Un ejemplo de esta buena práctica ha sido la forma en la que la Real Academia Española ha trazado, en los últimos años con el potente vehículo de nuestra lengua, una tupida red de complicidades internacionales.
La imagen de España, los principales guiones que han definido históricamente nuestra proyección internacional, ha estado en manos de los extranjeros y no pocas veces de enemigos políticos o competidores comerciales. Desde la leyenda negra hasta la longeva imagen romántica del país se la debemos a los otros. ¿Podemos cambiarlo? Lo hicimos, casi inconscientemente, durante la Transición, cuando se produjo el milagro del consenso de nuestra joven democracia y el periodo de mayor prosperidad que ha vivido nuestro país a lo largo de la historia. Esa sí fue una buena campaña de promoción de la marca-país.

martes, abril 29, 2014

Brigitte Rivas sobre los Estudios Internacionales en Venezuela


Edificio de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FACES) de la UCV, donde está ubicada la Escuela de Estudios Internacionales (EEI).

Recientemente se ha anunciado la apertura de cuatro nuevas carreras en la Universidad Nacional Experimental Politécnica de las Fuerzas Armadas (UNEFA), entre las cuales se encuentra Estudios Internacionales. La noticia ha generado las más variadas opiniones en el gremio, ventiladas a través de diversos foros y demás redes sociales, algunas expresando abierto rechazo y otras cuestionando la posible saturación del mercado de trabajo para los profesionales dedicados al análisis, estudio y asesoramiento en el ámbito de las relaciones internacionales.

Una de las opiniones más valiosas que he leído al respecto es la de la Profesora Brigitte Rivas, uno de los pilares de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central (UCV) desde la cátedra de Historia Diplomática de Venezuela, sustentada no sólo en su brillante trayectoria académica, sino también en su valiosa experiencia de trabajo en la empresa privada. Lo que sigue es su intervención en uno de los grupos de las redes sociales dedicados a discutir el tema por parte de estudiantes y egresados:

Hola, para los que no me conocen soy internacionalista de profesión, profesora de la EEI, a tiempo parcial (hoy en día me mantengo viajando en dos continentes para ir a dictar clases a la EEI), he desarrollado mi carrera en ambos sectores, pero fundamentalmente en el sector privado (sin quejas) y me voy a permitir aportar algo en este debate en relación a mi experiencia:

1.- Los internacionalistas somos algo más que analistas de conflicto. Somos analistas de asuntos internacionales, lo cual incluye comercio, legislación y oportunidades de negocio... eso importa a muchos sectores.

2.- Ciertamente el pregrado aporta poco en relación a la aplicación práctica, pero como dice John Hill Escobar Olmos, pocos pregrados las dan. Los pregrados son base... los postgrados son los que los convierten en especialistas. La carrera tiene absoluta vigencia, probablemente la discusión estaría en si debe ser un pregrado... o en si hay que mejorar el pregrado y adaptarlo a los nuevos tiempos (por supuesto que apoyo esto).

3.- La regulación internacional de Naciones Unidas y otros organismos internacionales afecta hoy directamente a las empresas (ver marco ONU, Ruggie sobre empresas y DDHH). Nuevo campo inmenso para nuestros profesionales que se quieran especializar en esa área. Cada vez son más requeridos los profesionales con formación en asuntos internacionales, por ejemplo, en España y Alemania los pregrados más compartidos (allí se pueden consolidar hasta dos pregrados)... son Relaciones Internacionales y Administración de empresas... ¿La razón? Cada vez las empresas requieren de mayor orientación en un mundo cada vez más interdependiente y global... El problema, si me permiten una opinión que no pretende ser política, pero que lo es por su connotación, es que en nuestro país cada vez está más mermado el sector privado, y el poco que queda, tiene pocas posibilidades de apertura internacional, lo cual también impide que nuestros profesionales conozcan más de sus propias posibilidades.

 4.- En cuanto al punto central de la discusión, si debe o no haber más escuelas que formen a profesionales en el área, insisto en que el problema no es que no hay campo laboral para nuestros egresados, es que lamentablemente está constreñido el campo privado por lo que ya expuse, y también creo que sigue existiendo una gran ignorancia en torno a la carrera que es la que hace que muchos jóvenes con poca o ninguna orientación vocacional vean en el nombre de "internacionalista", una especia de mantra que les va a permitir pasar cuatro años más de sus vidas en sus casas, postergando el problema de fondo.

5.- "La EEI es 'malaza'". Eso me dolió en el alma, aunque entiendo perfectamente a lo que se refieren. Mi pregunta es... y probablemente con esto abro otro debate, ¿qué estamos haciendo por ella? Todas las grandes universidades del mundo cuentan con el recurso consecuente de sus egresados. Yo aquí encuentro a varios de mis más dilectos ex alumnos y hoy exitosos profesionales, a todos ellos hago un llamado de atención, ¿qué pueden hacer cada uno de ustedes para que eso mejore? Yo no los estoy invitando a ser profesores (eso hoy en día es casi una falta de respeto), los estoy invitando a ser egresados. Una crítica vacía no mejora nada, una pequeña acción sí. La Escuela es malaza, porque le sacamos un título (tipo licencia de manejar) y luego nos olvidamos de ella... si alguien la puede volver "buenaza" somos nosotros.

Valiosísimos estos puntos de vista de la Profesora Brigitte para la discusión sobre la ideoneidad (o no) de ampliar la oferta de internacionalistas en el mercado de trabajo y, en general, sobre el perfil del internacionalista que se está formando (si orientado al ámbito público o al privado). Como bien lo insinúa la académica, el destino principal de los egresados ya no son las instituciones gubernamentales (por más que este siga siendo un target privilegiado para aquellos), sino el sector privado, mismo que con la severa crisis económica que aqueja a Venezuela, se ha vista seriamente cuestionado y disminuido en los últimos años. 

Ahora, esto evidencia un fenómeno interesantísimo en un país relativamente pequeño y con una incipiente comunidad de internacionalistas (a pesar de que la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV, pionera en la formación académica de la disciplina, tiene más de medio siglo de existencia) como Venezuela. Esto quiere decir que la cantidad de profesionales egresados de la carrera están motivados para discutir sobre el presente y porvenir de la misma. 

Sin embargo, el diagnóstico actual es inquietante: los profesionales se forman sin vocación, el indudable atractivo que posee esta disciplina sigue asociado, como bien lo indicaba hace algún tiempo atrás el profesor Luís Cabana (uno de pioneros de la carrera), más a la idea de un curso de protocolo y diplomacia, que a su verdadera utilidad en el campo de los negocios, el comercio y demás transacciones internacionales, hasta el punto de que hoy día se hable, incluso de una diplomacia de los negocios o corporativa, referida a la gestión de las relaciones empresariales con el sector público, con otras empresas y al cada vez más importante (y atendido) ámbito de los métodos alternativos de resolución de controversias (conciliación, mediación y arbitraje). Esta auténtica mina apenas está empezando a ser explorada. Para ejemplo un botón: una de las más recientes actividades de la Profesora Rivas está dirigida a sostener el Blog conciliando, junto otra extraordinaria profesional de las Relaciones Internacionales de Venezuela, la Profesora Malena Pinto. Recomiendo ampliamente seguir los interesantes avances de esta novedosa herramienta que nos ofrecen estas profesionales. 

En definitiva, el debate sobre la actualidad y el porvenir de los Estudios Internacionales en Venezuela continuará enriqueciéndose con cada nuevo aporte que hagamos los egresados de cada una de las Universidades que ofrece la carrera (Central de Venezuela, Santa María, Metropolitana -por medio de Estudios Liberales- y, con el reciente anuncio del rector, la UNEFA). En este sentido, considero que tres son las áreas fundamentales en que podemos colaborar: (1) investigación y publicaciones (sea a través de artículos en revistas especializadas y libros, incluso en formato digital), (2) el debate constante y permanente en las redes sociales y en foros, simposios, conferencias y afines que se programen a tal efecto y (3) a través de la formación de las nuevas generaciones. Independientemente de que la cuestión de la remuneración del recurso humano en las universidades venezolanas no sea la mejor actualmente, lo cierto es que la única salida es una entrega (para quien tenga madera de sacrificio) de sí a las generaciones actuales y futuras que se forman en la carrera. Aunque la Profesora Rivas, con la fina ironía que le caracteriza, estima que es "casi una falta derespeto" invitar a los egresados a ser profesores en la EEI, lo cierto es que tenemos magníficos ejemplos del espíritu de sacrificio que caracteriza a esos verdaderos maestros que nos han formado en esa carrera. Y entre ellos están incluidas, en primerísimo orden, la misma Brigitte, junto con Malena Pinto, Elsa Cardozo, Mirna Yonis, Eira Ramos, Vilma Petrash (estas dos últimas desde otras latitudes). 

Finalmente, me gustaría citar como ejemplo una de las experiencias más valiosas en la formación académica en Venezuela: la Maestría en Derecho Internacional Privado y Comparado de la UCV. Fundada por la aquella Señora fuera de orden que fue Tatiana de Maekelt y establecida con los más altos estándares para formar investigadores y estudiosos de esa importante esfera jurídica, ha venido produciendo importantes frutos, sea a través de la formación de las nuevas generaciones de internacionalprivatistas en Venezuela y en la generación de trabajos de investigación (muchos de ellos publicados) que han permitido la actualización y el avance de esa disciplina jurídica en nuestro país, hasta el punto de generar una auténtica escuela, situada entre las primeras de América Latina y que es referencia en el panorama actual de esa materia en el mundo. Digno ejemplo a seguir por parte de los Estudios Internacionales en nuestro país.

Algunos vínculos de interés:

- Perfiles de las Profesoras Brigitte Rivas y Malena Pinto en el blog conciliando.
- Sitio Historia Diplomática de Venezuela, una de las herramientas on line utilizadas por la Profesora Brigitte Rivas.
- Perfil profesional del egresado de la EEI-UCV.
- Perfil profesional del egresado de Estudios Internacionales de la USM.
- Grupo de Investigación Global de la Escuela de Estudios Internacionales (GIGEI).
- Orígenes y Perspectivas de los Estudios Internacionales en Venezuela (PDF). Un modesto aporte a la reflexión sobre la carrera.

miércoles, abril 23, 2014

De la diplomacia y los diplomáticos (II)


  Dedicado a mis amigas y amigos del Servicio Diplomático venezolano 
y a mis colegas internacionalistas

 Lo que sigue es la continuación de los extractos del excelente libro de Armando Rojas, "Los creadores de la diplomacia venezolana":
***

La defensa de los intereses económicos de la nación es uno de los objetivos más importantes de la diplomacia actual. Venezuela es un país esencialmente petrolero. La vida de la nación gira en torno a esta riqueza nacional. La diplomacia venezolana debe tener muy en cuenta este aspecto fundamental en la vida del país. En consecuencia, es necesario que el diplomático venezolano esté debidamente preparado para la defensa de este producto esencial de nuestra economía en los mercados internacionales... Nuestros diplomáticos deben estudiar cuidadosamente la estructura y organización de la OPEP, ese nuevo [!] Organismo en cuya creación tuvo parte primordial neustro país. No se pretende que todos los funcionarios de nuestro servicio exterior sean expertos petroleros. Pero sí consideramos que es deber de todos estar conveniente y debidamente informados sobre los aspectos fundamentales de este producto básico de nuestra economía.

En el exterior, existe la idea, errónea afortunadamente, de que Venezuela es sólo un país petrolero. Se ignora su enorme y sustantiva contribución a la cultura del Continente. El diplomático venezolano tiene en este sentido por delante una vasta tarea: la difusión de nuestros valores espirituales, tanto en el campo del pensamiento como en el de las artes. 

***

En estas páginas nos proponemos estudiar a algunos de aquellos eminentes varones que echaron los fundamentos de la diplomacia venezolana. Con escasísimos medios económicos y en medio de graves dificultades, cuando la patria nacía y era menester rodearla de toda clase de cuidados y precauciones para que no pareciera, estos recios y claros varones, supieron decir, con la frente levantada, la palabra precisa. Ellos realizaron la gestión necesaria, cumplieron las instrucciones impartidas y lucharon para hacer triunfar los principios de la equidad y de la justicia. Los creadores de nuestra diplomacia, gracias a su patriotismo y elevación de miras, lograron hacer oír su voz, la voz dévil de una nación inerme y pobre, que acababa de nacer a la independencia desangrada y titubeante después de una cruenta lucha que tomó varias décadas. Recuérdese el caso del gran Fortique. En sus conversaciones con los poderosos Cancilleres de un poderoso y esplendente Imperio, no titubeó jamás cuando tuvo que enfrentarse al león británico... Estos son los dechados que denen mirar los servidores de las relaciones intenracionales de Venezuela, decoro, dignidad, firmeza cuando es necesario; flexibilidad y ductibilidad siempre; espíritu de sacrificio; acendrado amor por el país que representan; una conducta ciudadana intachable y, como corona y síntesis de estas cualidades, la defensa serena y firme de los intereses de la nación.

***
LOS CREADORES DE LA DIPLOMACIA VENEZOLANA

La política exterior de un país comprende los objetivos que el mismo persigue en sus relaciones con los demás miembros de la comunidad internacional, así como los medios de que el mismo se vale para lograr tales propósitos. El instrumento para llevar a cabo la política internacional de un país lo constituye el servicio exterior. Diplomacia, en su más amplio sentido, abarca tanto los objetivos como los medios y el instrumento. Para que la diplomacia de un país pueda calificarse de eficaz debe existir una perfecta y armónica correlación entre esos tres términos.

Podemos adelantar que la diplomacia venezolana de las primeras décadas de la República fue una diplomacia brillante por los objetivos que se propuso, los medios que utilizó, y sobre todo, el instrumento que la llevó a cabo.

La diplomacia [en Venezuela] nació bajo el signo de lo continental...

En la circular de la Junta Suprema de Caracas a los Ayuntamientos de las demás capitales de América para exponerles la razón de su actitud, el Presidente Llamozas y Tovar habla, interpretando el sentimiento de los criollos venezolanos, un lenguaje que trasciende los límites de la oscura provincia a la que pertenecía. Habla en nombre de la América toda... Simón Bolívar, el primer Embajador de Venezuela durante su misión a Londres, a raíz de los acontecimientos de abril, fue calificado por la prensa londinense como el "Embajador de América".
Simón Bolívar, para la época de la Misión a Londres, tenía 28 años.
...El primer objetivo que se trazó la Junta de Caracas fue el de ganar la buena voluntad de las naciones que podrían favorecer la causa de los criollos americanos. A tales fines se acreditan las primeras misiones diplomáticas. Las integran hombres de primera categoría. Ejemplo al que debe inclinarse la nueva diplomacia venezolana. Sólo con hombres capaces e íntegros al frente de nuestros negocios diplomáticos podremos aspirar a que se restablezca el prestigio venezolano en el exterior. Una diplomacia en manos de improvisados y advenedizos en nada habrá de favorecer a los altos intereses del Estado y, por el contrario, se corre el grave riesgo de poner en peligro esos mismos intereses.
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Una vez lograda la independencia, después de largos años de cruentas luchas, la diplomacia venezolana, entonces parte de la Unión Colombiana, se propone un objetivo de largo alcance continental... El Congreso de Panamá de 1826 habría de ser el punto culminante de esta política concebida por Bolívar y llevada a feliz término por uno de sus más hábiles y capaces colaboradores en el campo de la diplomacia: Don Pedro Gual.
El gran Pedro Gual.

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La tercera etapa de la diplomacia venezolana comienza a raíz de la disolución de la Gran Colombia. Constituida en nación soberana, Venezuela dedicó sus esfuerzos, en el campo internacional, a lograr su reconocimiento por parte de aquellas potencias que, como los Estados Unidos, Inglaterra y, sobre todo España, más interesaban a su futuro desarrollo político y económico.

...La misión de Alejo Fortique como Ministro Plenipotenciario en Londres, cubre el período que se extiende desde 1839 hasta 1845, año de su muerte. Por espacio de seis años, el minente hombre público realizó una sorprendente labor en defensa de los intereses de Venezuela...

Queremos mencionar, si bien brevemente, a otro de los varones más eminentes de nuestra diplomacia: don Santos Michelena. Además de otros muchos selakados servicios en los campos de la política, de las finanzas, la República debe a don Santos Michelena el arreglo de la cuestión relativa a la deuda pública de Colombia...

Don Santos Michelena
...fue aquella una época dorada y fecunda en positivas realizaciones. la diplomacia venezolana marcó pautas en América. Y los hombres encargados de realizarla cumplieron, en forma digna, decorosa y eficiente una tarea que colocó muy alto nuestro prestigio y que compromete nuestro quehacer en el campo de las relaciones internacionales. Ellos nos señalan rutas que debemos continuar para el mayor prestigio de nuestro país.

martes, abril 22, 2014

Richard David Precht y la consulta sobre la educación en Venezuela

Luego de que el Ministro del Poder Popular para la Educación, Héctor Rodríguez, anunciara el inicio de una Consulta Nacional por la Calidad Educativa, se ha generado nuevamente un gran revuelo en la opinión pública nacional. La invitación, que incluso se ha extendido desde las redes sociales como el twitter, es promocionado como una gran oportunidad para que los estudiantes, padres, representantes y la comunidad en general, sean o no participantes y beneficiarios de las 29.000 instituciones educativas del país, públicas y privadas, participen e "independientemente de sus posiciones, digan las cosas que tengan que decir, hagan críticas y aporten para juntos hacer un mejor sistema educativo".

Rodríguez sostuvo que el llamado a participar es amplio y abierto y "no hay excusas para dejar de opinar", pues la consulta también se realizará por redes sociales, páginas web, periódicos, buzones e incluso visitas a todas las universidades venezolanas. "Somos lo suficientemente humildes para entender que faltan cosas por hacer y las tenemos que hacer todos juntos", manifestó el Ministro.

En atención a esta convocatoria, me parece oportuno presentar la versión de una entrevista realizada al filósofo alemán Richard David Precht por el Blog The Financialist, de Credit Suisse, publicada el pasado 4 de abril. Conocido por su postura poco convencional y su visión comunitarista de la sociedad civil, el joven pensador expresa varios puntos de vista bastante alejados de la discusiónusual en materia educativa. Veamos:


CÓMO ARREGLAR LA EDUCACIÓN DE SALÓN: DESHÁZTE DE ELLA (!)
Por: Simon Brunner | Publicado: Abril 2, 2014

Los debates sobre la forma correcta de educar a nuestra juventud se enfocan usualmente en cuestiones marginales -la duración del día de escuela, el tiempo correcta para empezar a enseñar álgebra, o el tamaño adecuado de una clase. Pero para el autor y filósofo alemán Richard David Precht (RDP), esas discusiones sobre los detalles está haciendo que perdamos el norte. Precht piensa que es tiempo de que repensemos incluso aquellas cosas sobre las que la mayor parte de la gente está de acuerdo, hasta la necesidad de profesores, salones de clase e incluso de las tareas mismas. El modelo no sólo necesita actualización, dice. Necesita ser desechado y reemplazado.


Precht, de 48 años, sostiene que el sistema aducativo actual no alimenta la clase de creatividad o pensamiento original que las generaciones futuras necesitarán para tener éxito. Los jóvenes estarían mejor preparados para la fuerza de trabajo, dice, si no hubiese grados, ni instrucción basada en materias y, en ciertos casos, ni siquiera profesores -nada menos que una reforma radical hará el truco. Credit Suisse (CS) se reunió recientemente con Precht para discutir su provocativa visión sobre la educación.

CS: ¿Cuál piensas que es el primer problema con nuestro actual sistema educativo?

RDP: La brecha que existe entre lo que nuestros niños están aprendiendo en la escuela y lo que necesitarán en la vida es más ancha que nunca antes. Insistimos en que los niños memoricen hechos y cifras, pero esa no es la clase de conocimiento que permanece. La gente olvida más del 90% de lo que aprenden en la escuela luego de pocos años de graduarse, y no estimulamos la curiosidad, creatividad, originalidad y las aptitudes para trabajar en equipo que la gente necesita para sobrevivir en un mundo complejo. Debemos cultivar y promover un deseo intrínseco de aprender en los niños - no destruirlo.

CS: ¿Cómo eliminar los grados encaja en todo eso?

RDP: El desarrollo personal del niño es más importante que adquirir un deterinado cuerpo de conocimientos en el curso de un año escolar y eso no puede captarse en cifras. Por ejemplo, yo era bueno en deporte cuando niño. Saltar sobre una viga era más fácil para mí que para un compañero con sobrepeso, así que si él luchaba por hacerlo bien, su logro sería tan grande como el mío. Los grados no son muy útiles para medir logros como ese. Una evaluación escrita al final del año escolar podría ser el mejor enfoque.

CS: ¿Pero en la fuerza de trabajo, no es el desempeño absoluto lo que cuenta, más que el desarrollo individual o potencial?

RDP: No estoy tan seguro de eso. Evaluar el desempeño de un adulto no siempre es fácil, tampoco. Y hay mucho más para tener éxito que el desempeño. Mi punto es que necesitamos darle a los niños una oportunidad para encontrar qué les llama la atención. ¿Qué es lo que más me gusta hacer? ¿Qué es fácil para mi? ¿Cuál es la mejor manera de aprender para mí?

CS: Tienes un niño de diez años. ¿Estás diciendo que no hay algo específico que él debería estudiar para maximizar sus oportunidades de éxito en el mercado laboral?

RDP: Esa no es la forma correcta de verlo. Cuando terminé la escuela en los 80's, todo el mundo decía que la demanda era de ingenieros y programadores. En una reunión de la promoción años después, un gran número de compañeros que escogieron esos campos estaban desempleados. Asimismo, muchos de los empleos del mañana son totalmente desconocidos hoy día para nosotros. Así que ¿cómo puede un estudiante saber cuáles materias son las correctas? La gente joven debería aprender lo que quiera aprender.

CS: Eso suena muy abierto de mente, pero ¿qué pasaría si tu hijo te anuncia que desea ser arpista - o quizá un espíritu libre?

RDP: Señalaría que no hay muchos arpistas en el mundo y que una vida profesional satisfactoria sería difícil de alcanzar. Pero no me interpondría en su camino. Sin embargo, yo le alertaría sobre conseguir tres postgrados en humanidades, como yo hice. Le sugeriría que también debería aprender también sobre economía, Derechos, ciencias naturales o tecnología.

CS: ¿Por qué objetas la instrucción basada en materias?

RDP: Después de que los estudiantes aprendan lo básico, las escuelas deberían de poner mayor énfasis en proyectos. Poner límites entre las materias impide el aprendizaje y ahoga la curiosidad. El mundo real no está dividido en áreas o materias, es interdisciplinario...

CS: ¿Cómo debería ser la instrucción basada en proyectos?

RDP: En un proyecto focalizado en la era de Goethe, por ejemplo, los estudiantes leerían "Fausto" con su profesor de alemán (traspolándolo al mundo hispanoamericano, el ejemplo podría ser con Cervantes, Quevedo, Calderón de la Barca, Gracián o cualquier otro clásico de la lengua castellana, de cualquier lado del Atlántico), mientras que su profesor de historia le explicaría qué ocurría en Alemania durante ese período (aquí vale la traspolación para el siglo de oro o cualquier otra época correspondiente al autor u obra seleccionada). Su profesor de química le hablaría sobre alquimia y conduciría epxerimentos usando hierro y azufre, y los estudiantes interesados en el teatro actuarían en una escena extraída de la obra. Esa clase de enfoque ayudaría a los estudiantes a entender el contexto y significado de lo que están aprendiendo.

CS: ¿Pero el conocimiento puro no es esencial para algunas materias? Es difícil argumentar contra la necesidad y beneficios de memorizar las tablas de multiplicación.

RDP: Tienes razón. Y eso me lleva al siguiente punto. No necesitas un salón de clase para aprender matemáticas. Ahora tenemos excelente y excitante software de aprendizaje que le permite a cada estudiante dominar el material a través del juego. La enseñanza en los salones tradicionales no le enseñan a los mejores estudiantes algo que ya no sepan, pero es más difícil para los estudiantes más débiles. Entonces, la enseñanza de una clase completa es innecesaria en ciertas materias y después de cierto nivel.

CS: Entonces, ¿cuál "conocimiento duro" deberían impartir las escuelas? ¿Cuál currículo mínimo se requiere para preparar a los estudiantes para el mercado de trabajo?

RDP: Los estudiantes necesitan ser capaces de comunicarse confiadamente a través del lenguaje hablado y escrito. Deberían ser capaces de pensar abstractamente y tener comprensión de la historia, geografía y el pensamiento político. Conocimientos básicos del Derecho y la economía son esenciales, y deberían de tener alguna experiencia práctica en artes.

CS: ¿Le ves alguna utilidad a las estructuras tradicionales del salón de clase?

RDP: Un sistema que puede ser razonable para los primeros cuatro a seis años de escuela primaria no debería estar grabado en piedra, ser inamovible para una entera carrera escolar infantil. Debemos dejar de seguir confiando en la enseñanza basada en clases, en la cual los niños sean agrupados por edades y forzados a aprender las mismas cosas de exactamente la misma forma. Sabemos que mientras más los niños y adolescentes se sienten parte de una comunidad, más disfrutan aprendiendo. Aunque la pregunta [de las 68.000 lochas] es si es necesario que tales comunidades sean clases que estén definidas por la edad.

CS: Si no crees que la enseñanza de salón es necesaria llegado a cierto punto, ¿qué dices de los estudios que muestran a los profesores como el factor crítico que determina la calidad escolar?

RDP: Cuando los profesores están involucrados, necesitan ser excelentes, y más importante, necesitan ser buenos comunicadores. Hoy día, ellos se enfocan demasiado en la didáctica y en decidir qué materias enseñar. Pero si no disfrutas escuchando a alguien, no aprenderás mucho de esa persona. Yo le haría audiciones o entrevistas a los [futuros] maestros y contrataría sólo a los candidatos que fuesen capaces de acautivar a sus estudiantes.

Fuente: "How to Fix Classroom Education: Get Rid of It" (The Financialist).

Más de Richard David Precht:
- "Richard David Precht: The Philosopher" (en: Young Germany).
- Reseña de "Who am I, and if So, How Many, A Philosophical Journey" (en: Goethe Institut).

miércoles, abril 02, 2014

Dentro del Éxito de Singapur

Por Daniel Amman y Simon Brunner (del Blog The Finacialist, de Credit Suisse).
Marzo 21, 2014

Cuando Singapur alcanzó su independencia hace aproximadamente 50 años, era una pobre avanzada colonial en una tierra pantanosa que carecía de recursos naturales. Hoy, la ciudad-Estado del sudeste asiático de 5.4 millones de personas es más rica per cápita que los Estados Unidos y Alemania. El PIB per cápita se ha incrementado más de diez veces desde $ 4.756 en 1980 a un estimado de $ 52.179 el año pasado. El año pasado, el FMI nombró a Singapur el país con mayores facilidades para hacer negocios y número dos en competitividad. Incluso su aeropuerto se está llevando a casa la medalla de oro.

¿Cómo Singapore pasó a ser la envidia del mundo? De muchas formas distintas, hizo lo que se supone que los gobiernos competentes deberían hacer. ¿Viviendas públicas de calidad? Hecho. ¿Educación pública de primera categoría? Hecho. ¿Una economía abierta, favorable a los negocios? Hecho. La ciudad-Estado también continúa con el desarrollo de enfoques innovadores frente a retos como la inmigración, los impuestos y la deuda. El Ministro de Finanzas singapurés Tharman Shanmugaratnam se sentó recientemente con Credit Suisse para explicar cómo el país se convirtió en el macho alfa de los Tigres Asiáticos y en un arquetipo global del éxito económico.

CS: ¿Cómo logró Singapur su éxito económico?

TS: La historia de Singapur puede explicarse por tres factores: (1) la ética de trabajo de los singapurenses, (2) nuestra respuesta a condiciones exteriores adversas y (3) nuestro gobierno, especialmente sus políticas educativa y habitacional. Nuestro enfoque es capacitar a la gente y apoyar una cultura de la aspiración, de trabajo y responsabilidad personal, en lugar de que el gobierno tome toda la responsabilidad.

CS: Empecemos con la cultura. ¿Posee un país tan joven como el suyo una cultura propia?

TS: Singapur es un accidente de la historia, a diferencia de otras naciones formadas por la voluntad de su gente de unirse. Era una sociedad multicultural y multireligiosa que inesperadamente se volvió un país independiente en 1965. Estábamos unidos no por un lenguaje común, como a menudo lo están las naciones-Estado, sino por una búsqueda para hacer algo mejor de lo que teníamos. Lo que surgió fue una cultura social basada en el trabajo.

CS: ¿Cómo se han hecho atractivos para los negocios?

TS: Nuestro fin económico, primero y principal, es crear buenos empleos para nuestra gente, ayudando a que los negocios tomen ventajas de las oportunidades. Estamos constantemente preguntándonos qué necesita el mercado y cómo podemos desarrollar las capacidades para satisfacer sus necesidades. Queremos que tanto las compañías locales como las internacionales encuentren que vale la pena establecer su presencia e invertir en Singapur.

CS: ¿Cuáles son los principales factores para hacer relevante a un país, como usted dice?

TS: Siempre señalo a las habilidades y a la experiencia de la gente. Para permanecer competitivos, debemos actualizar esas habilidades. Otras prioridades deben ser la seguridad, el imperio de la ley y la estabilidad política. Los inversionistas necesitan certeza, necesitan saber qué les espera diez o veinte años desde ahora.

CS: ¿Cómo proporcionan esa certeza?

TS: Nosotros no podemos cambiar retroactivamente leyes o normas. Debemos intentar anticipar los cambios en el embiente internacional y movernos temprano. Los gobiernos no deben esperar hasta que sean forzados a tomar acciones para cumplir con las normas internacionales. En lugar de eso, deben evolucionar y hacer cambios cuando los tiempos son favorables.

CS: ¿Cuán importante ha sido la política de bajos impuestos para vuestro éxito económico?
TS: Somos capaces de mantener nuestros impuestos a un bajo nivel relativo sólo porque también mantenemos un gasto público relativamente bajo. En particular, evitamos subsidios no focalizados enfocándonos en ayudar a aquellos que más lo necesitan. Queremos asegurarnos de que la gente de ingresos bajos tenga acceso a la educación, vivienda y salud de calidad. Un factor particularmente importante es que no tenemos compromisos no financiados o garantizados; todo está financiado dentro de nuestro presupuesto corriente o respaldado por nuestros bienes.

CS: ¿No hay deuda nacional?

TS: No hay préstamos en el sentido convencional, porque al gobierno no se le permite tomar prestado con el propósito de gastar o de ejecutar déficits en cualquier período legislativo. Sólo toma prestado para crear un mercado saludable de bonos y el dinero recaudado es invertido en el extranjero por nuestro fondo soberano de riqueza.

CS: La población extranjera de Singapur se ha duplicado en los últimos 30 años. ¿Cómo están manejando las presiones que vienen con la inmigración?

TS: Tenemos que mantenernos abiertos, pero no tan a ciegas. Somos una isla, una pequeña nación consistente en una sola ciudad. No tenemos una campiña para mudarnos si la ciudad se torna demasiado populosa o si los precios de las viviendas excenden lo que la gente pueda permitirse. Por esto tenemos estrategias de inmigración que aseguran que no sólo nos mantengamos competitivos, sino también que los singapurenses sigan teniendo el sentimiento de que este es nuestro país, con nuestras costumbres y valores sociales en su núcleo.

CS: Ustedes parecen enfatizar las responsabilidades sociales de los responsables políticos.

TS: Cuando la gente mira a Singapur desde afuera, a menudo piensan de él en términos de una historia de éxito económico. Pero en el centro, nuestro éxito está basado en principios y políticas sociales. Nuestro sistema educativo y nuestra política habitacional son los fundamentos en que nuestra nación se ha erigido.

CS: ¿Cómo describiría el modelo educativo de Singapur?
TS: Tenemos un sistema de educación pública de selección meritocrática en las escuelas secundarias e instituciones de tercer nivel. Pero también es un sistema con diversos cursos de estudio y un fuerte énfasis en cursos técnicos en el tercer nivel. Queremos ofrecerle a todos y cada uno la oportunidad de descubrir en que son buenos y aprender habilidades que valgan algo el mercado de trabajo.

CS: Vuestra política habitacional ha sido comparada con un experimento socialista.

TS: Es verdad, pero en una forma muy propia y única. El gobierno decide proporcionarle a todos el acceso a buenas condiciones de vida, pero también requiere a la gente de diferentes etnias y culturas vivir en el mismo vecindario. Esto ha ayudado a crear una identidad común, y el orgullo común de tener un hogar.

CS: ¿Cuál diría que son los valores fundamentales de Singapur?

TS: Podría parecer una paradoja, pero el activo apoyo gubernamental de la autosuficiencia está en el núcleo de nuestro enfoque. Si tú trabajas, te recompensaremos con más. Obtienes algo más del gobierno cuando tomas responsabilidad personal. Es nuestra manera de prevenir la erosión de la ética de trabajo y responsabilidad que hemos visto en muchas sociedades opulentas.

CS: ¿Qué cosa han hecho esas sociedades "opulentas" que usted querría evitar?

TS: Sus políticos prometieron a la gente beneficios sociales que fueron simplemente insostenibles. Con cada campaña electoral, añadieron nuevas promesas, dejándole la factura a las generaciones subsiguientes. Desafortunadamente, esto no sólo tiene consecuencias financieras, que ahora son obvias, sino que también cambiaron normas y valores sociales. La cultura del "derecho a" [es decir, sin contraprestación alguna] ahora se ha expandido, y tomará tiempo para revertirla. Es trágico, particularmente para la próxima generación. Por esto Europa está a la bpusqueda de nuevos modelos sociales. No es posible evitarlo.

Texto original: Inside Singapore's Success, en The Financialist

lunes, marzo 24, 2014

De la diplomacia y de los diplomáticos (I)

A mis amigas y amigos del Servicio Diplomático venezolano 
y a mis colegas internacionalistas

 Lo que sigue son extractos del excelente libro de Armando Rojas, "Los creadores de la diplomacia venezolana":
"Mucho se ha denigrado de la diplomacia y de los diplomáticos. Unas veces, con razón. Otras, las más, sin ella. Diplomacia, para muchos, es sinónimo de holgazanería, snobismo y frivolidad. Se considera, frecuentemente, al diplomático como el prototipo del hombre que ha resuelto, de la mejor manera, el problema de vivir sin trabajar o trabajando lo menos posible...
El viejo Talleyrand solía decir, con la malicia y socarronería que le caracterizaba, que la palabra le había sido concedida al hombre para disfrazar la verdad. Y aplicaba a la diplomacia este extraño y peregrino concepto. También, un embajador inglés de los tiempos de Jacobo I, Sir Henry Wotton, expresó en cierta oportunidad la opinión de que 'un embajador era un hombre honrado a quien se le envía al extranjero a mentir por el bien de su país'...

No cabe duda que muchas de las críticas y de los chascarrillos que se han hecho de la función diplomática tienen su origen en la actitud de un buen número de agentes del servicio exterior que, tergiversando el verdadero sentido de su misión, se han ocupado en poner de relieven el aspecto superficial de la carrera, sin llegar a comprender que la diplomacia es un oficio que requiere, más que ningún otro, acendrado espíritu de servicio público, pasión por su país, arraigado sentido ético, responsabilidad, seriedad, discreción, decoro y hasta buenos modales.

Fácil es decir que el diplomático es un holgazán. Lo que no parece tan fácil es el cumplimiento cabal de las obligaciones que en todo momento el diplomático está llamado a desempeñar. Diplomacia es, ante todo, presencia: presencia del país que se representa en todos los órdenes de la vida nacional del país donde se ostenta la representación. Esta presencia exige en el diplomático una actitud de vigilancia permanente... El buen diplomático es un obrero sin jornada limitada. El buen diplomático tiene que estar dispuesto a realizar la tarea que, a cualquier hora del día o de la noche, le exija el servicio de su país. El diplomático responsable, con entrañable pasión y celo por los intereses de su nación, debe estar siempre en función de servicio. Las mismas horas de aparente frivolidad, como las que dedica a las reuniones sociales, debe emplearlas en beneficio de su país. Y quizás sea, precisamente, la vida social la que le ofrece el teatro más adecuado para realizar su mejor trabajo. Un diplomático culto, ilustrado, conocedor a fondo de la realidad de su patria, no debe dejar pasar ocasión propicia, sin ser por supuesto impertinente ni inoportuno, para dar a conocer mejor a su país; para hacerlo amar y respetar; para despertar simpatías por el mismo. Considero que una de las primeras obligaciones de los agentes del servicio exterior es la de hacer simpático a su país a través de su simpatía y de su cultura personal.
 ***
Hay un aspecto que, en mi concepto, es de vital importancia para el desempeño de funciones diplomáticas; aspecto que hay que cultivar desde los bancos mismos de la Universidad. Me refiero al aspecto ético. Puede parecer ocioso el que se traiga a colación este ángulo de la carrera que para muchos, al parecer, no tiene importancia y, para los más, se da por descontado en todo aquel que aspire a ocupar una función pública y, de manera especial, si esta función es representativa del país en el exterior. Es verdad que la moralidad y honestidad deben constituir la base de nuestra conducta ciudadana. La vida de comunidad exige, cada día más, que los hombres se ajusten a las normas y principios de la moral para que la vida se desenvuelva en forma más digna y fácil para todos los miembros de la comunidad. Hay que convenir que muchos de los tropiezos y dificultades que encontramos en nuestra vida de relación se deben, de modo principalísimo, al quebrantamiento de los principios morales que debieran reglar nuestra conducta. Por eso el Libertador que con tan empecinado empeño se esforzó por organizar los nuevos estados, hijos de su genio y de su sacrificio, insistió con machacona tenacidad en hacer comprender a sus conciudadanos la importancia de la moral. Cuando quiso resumir en dos palabras las necesidades primordiales de las nuevas Repúblicas, acuñó una frase clarividente y lapidaria: Moral y Luces son nuestras primeras necesidades. En su mente equiparaba la moral a la educación y le atribuía a una y a otra igual importancia para la consolidación y buena marcha de la República... Por encima, o por debajo, de todos nuestros males y de todas nuestras deficiencias y como raíz de ellas, habrá que llegar siempre a estos dos grandes males nacionales: la falta de educación y falta de ética. Existe una entrañable y profunda correlación entre estas dos cosas. Si lográramos mejorar nuestro nivel educativo, ipso facto, mejoraría nuestro nivel moral y viceversa... la primera necesidad de la República hoy, como en los tiempos de Bolívar, es la educación del pueblo. Pero una educación entendida en la plenitud del concepto. Es decir, como la adquisición de un sistema de valores intelectuales y morales que hagan de cada ciudadano un elemento útil para sí mismo y para la sociedad en la que actúa y se desenvuelve.

...En la escogencia de los servidores de la diplomacia venezolana deberá contar, por encima de todas las demás calidades, la condición moral de la persona. De nada valen, aún, en muchos casos, pueden resultar hasta perjudiciales al prestigio y buen crédito de la nación, las brillantes dotes intelectuales de muchos diplomáticos que acrecen de honestidad, moralidad y espíritu de responsabilidad...

A los noveles aspirantes a la carrera habrá que inculcarles, con tenaz insistencia, el concepto de grandeza y dignidad de la misión que la República habrá de encomendarles un día. Hacerles ver que el representante diplomático es una especie de sacerdote del prestigio y dignidad nacionales; que sobre sus hombros reace la tremenda responsabilidad del buen nombre y c´redito de su país en el exterior; que la gestión de un agente debe estar respaldada por la integridad de su conducta y que nada hay más perjudicial para la nación que un diplomático inescrupuloso y deshonesto que, amparado en las prerrogativas que le confiere su condición, abusa de aquello que él mismo debe, más que ningún otro, respetar. ¿Cómo puede merecer respeto, entre las personas y las instituciones del país donde se desarrolla su acción, quien comienza por irrespetar los usos, las costumbres y las leyes de ese país?

El prestigioso diplomático inglés Harold Nicolson, en su delicioso libro "La Diplomacia", al estudiar el diplomático ideal insiste en las condiciones morales del agente, pues, en su opinión, la base de toda buena negociación es la influencia moral que aquél logre obtener en el seno de las asambleas y en los círculos políticos, sociales, económicos y culturales del país donde ejerce sus funciones.

...La diplomacia moderna es un juego de cartas sobre la mesa, realizado con lenguaje claro y limpia intención. La mentira, el engaño y la astucia son en nuestros días, armas obsoletas que a nadie persuaden. Los países que integran la comunidad internacional conocen a cabalidad sus fuerzas y sus debilidades.
 ***
En nuestra época, el juego de la diplomacia se ha desplazado del salón de recepciones a la mesa de las discusiones. No digo que en el salón no se pueda hacer diplomacia eficaz. Ahí está la habilidad del diplomático: saber aprovechar para la defensa de los intereses de su país las circunstancias aparentemente frívolas de la vida. Pero quiero recalcar que el juego de la diplomacia se ha trasladado del terreno político y social al campo económico. Hasta el Tratado de Utrecht la diplomacia constituyó un juego de equilibrios políticos y territoriales. Hoy más que eso, es un campo de lucha económica y de mercados.
***
Muchos imaginan que para ejercer el arte o el oficio y la profesión de diplomático (la diplomacia es un poco de todo esto) basta cierto espíritu de sociabilidad unido a buenos modales y a una elegante y discreta capacidad para ingerir licores en las reuniones sociales. Pero la verdad es que si para todas las profesiones u oficios se necesita una preparación adecuada para el cabal desempeño de las tareas que le son propias, el de la dipomacia requiere en sumo grado y, tal vez más que ningún otro, una preparación más cuidadosa y esmerada. Las fallas o errores que puedan cometerse en el manejo de los asuntos internos, por graves que sean, se quedan dentro de la propia casa. No ocurre lo mismo con los errores del funcionario diplomático en el desempeño de la misión que le ha sido encomendada...

No es la diplomacia oficio fácil de cumplir, ni se puede desempeñar a cabalidad esta tarea sin una adecuada, sólida y específica preparación. De ahí la importancia que reviste para la República la formación de sus futuros agentes diplomáticos y, en consecuencia, el interés que ofrece la Escuela de Estudios Internacionales, semillero de nuestra diplomacia del mañana.

...Debemos recordar, con Arturo Uslar Pietri, que un país de primera no se hace con una Universidad de segunda. Y esta calidad no se obtiene solamente por arte y milagro de modernos laboratorios ni de aulas equiparadas con todos los elementos de la técnica avanzada. Esta calidad se obtiene, por encima de todo, con el elemento humano. En una Universidad, el binomio profesor-alumno, es lo fundamental. Claro que una Uniersidad moderna debe estar dotada de todos aquellos elementos técnicos que exija nuestra época, pero esto siempre será secundario. Es menester insistir en la calidad humana y en la capacidad intelectual de los futuros dirigentes de la nación en los diversos campos de la actividad pública y privada.

...El diplomático, es ante todo, un vocero de su país. En las reuniones sociales, en las mesas de Conferencia, en las conversaciones privadas, el agente diplomático debe actuar siempre teniendo en cuenta que ostenta la representación de su país. La palabra, ese instrumento primordial de expresión en la vida social, adquiere para el diplomático especial relieve y significación. El novel diplomático deberá prepararse para expresar adecuadamente sus ideas no solamente en su propio idioma, sino también en aquellos que por su universalidad han sido considerados siempre como idiomas de la diplomacia, a saber, el inglés y el francés...

Se ha dicho que la diplomacia es el arte de persuadir y disuadir. En este sentido el diplomático y el orador tienen sus puntos de contacto. De ahí, que tanto el uno como el otro, deba cultivar el arte de la conversación. Arte difícil y lleno de escollos, en el que se peca por carta de más como por carta de menos. Decir lo que se quiere y únicamente lo que se quiere supone una permanente vigilancia y estricto control sobre el espíritu. Decir lo que debe decirse, a su debida oportunidad, es prerrogativa de  inteligencia avisada y perspicaz. En diplomacia se puede errar, o por no hablar a tiempo o por hablar demasiado o fuera de propósito. Decir bien, dentro de las conveniencias, todo lo que debe decirse y ni una palabra más, es lo que según Martens, constituye el arte de la diplomacia. Por eso una de las virtudes más estimadas en el diplomático es el tacto. Un diplomático sin tacto es como un guía sin sentido de oritentación. Para tener éxito tanto en el arte de la conversación como en el trato con las gentes, el diplomático debe ser psicólogo... Conocer las reacciones humanas, en las diversas circunstancias de la vida, es condición indispensable para manejar los hombres. Y el buen diplomático, como el buen político, debe ser experto en el arte de manejar hombres... La diplomacia que es una rama de la política, jamás podrá aplicarse adecuada y eficazmente, sin el conocimiento de la naturaleza humana en toda su complejísima estructura. Dicho conocimiento se tiene o por don gratuito de la naturaleza o por estudio y observación. Cuando no se tiene por gracia se puede obtener por esfuerzo.
***
Debería establecerse un estrecho contacto entre la Escuela y la Cancillería. Funcionarios con conocimiento y experiencia en el Servicio Exterior deberían ser llamados a dictar charlas a los alumnos de la Escuela, a fin de darle a ésta orientación realista y práctica. Para ser un buen diplomático no basta saber Derecho Internacional...
 ***
El diplomático venezolano tiene en sus manos una hermosa bandera para el prestigio de la patria. Esta bandera es el pensamiento genial del Libertador. La diplomacia venezolana debe de ser una diplomacia bolivariana en cuanto debe esforzarse en difundir los grandes ideales contenidos en esa doctrina que es la doctrina de una América libre, soberana, unida, dueña de su propio destino; de una América, con su propia ideología y su camino propio".

lunes, febrero 24, 2014

Reflexiones gerenciales desde el "Tercer Mundo" (III)

Continuamos con la tercera entrega de las reflexiones de Enrique Tejera París, publicadas, como se ha indicado en las primeras dos oportunidades (aquí la primera y la segunda), en un Libro Homenaje al historiador venezolano Guillermo Morón, publicado por la Academia Nacional de la Historia en 1996:

LAS (POSIBLES) SOLUCIONES A LA CRISIS DE PAÍS. 
APORTES A LA DISCUSIÓN

A) La educación masiva a través de medios de comunicación
"Hace años trajeron a Caracas a un experto en tráfico de no recuerdo qué ciudad de los Estados Unidos y, por supuesto, lo llevaron a un programa de televisión para ser interrogado por un grupo de esos periodistas y caraqueños vergonzantes... Alguien le preguntó qué solución daría a la indisciplina de peatones y motociclistas al cruzar las esquinas y el experto contestó en su idioma, con toda naturalidad: 'Education, education'. Allí se armó la barhúnda polidenigratoria: 'No ves que somos un pueblo de maleducados!', chilló una; 'No tenemos remedio, somos venezolanos', sentenció gravemente el omnipresente intelectual caraqueño... '¿Qué pasa, qué dicen? preguntó [el musiú] a la traductora y ésta trató de explicarle en un minuto la sociología venezolana. 'Pero lo que yo quiero decir es que, aquí o en Nueva York, eso se cura con una campaña educativa, más nada!'... Basta repetir y repetir, explicar y convencer, en la escuela, por radio y televisión, con multas, pero periódicamente, sistemáticamente...' No tradujeron esto y el programa terminó... sólo dejando por sentado que 'el venezolano' es maleducado cual ninguno.
Pocos años después mi amigo Renny Ottolina, al que recordé ese episodio, hizo una campaña educativa por televisión para que los automovilistas, al detenerse en las esquinas, dejaran libres los pasajes de los peatones. Aquel formidable agitador que era Ottolina logró rápidamente su objetivo educacional. Una vez más se demostró que la educación sirve para algo. Pero, para que sirva debe ser perpetuamente repetitiva y debe tener metas claras y precisas. Es perfectamente posible cambiar una cultura mediante cualquier sistema educativo, aunque no sellame así, como la televisión.


Renny Ottolina es un ejemplo exitoso de cómo los medios de comunicación pueden educar a la vez que entretener con campañas de formación ciudadana. Sus consejos en TV aún son recordados por los venezolanos.
No puede hablarse de la televisión sin considerar su simpar efecto cultural. Es el instrumento audiovisual más eficaz; copiute con el sistema educativo nacional por la atención que le prestan y por el número de horas que domina la vida de niños y adultos. Además es muy eficaz del punto de vista económico, pues mientras el sistema educativo  tiene que usar más de medio millón de talentos -de maestros- para enseñar a millones de niños, la televisión puede alcanzar diariamente a veinte millones de personas utilizando unos pocos centenares de talentos muy bien estimulados monetariamente...

Tendrán que estudiar nuestra autodenigración los psiquiatras, los historiadores y los sociólogos y sólo puedo atreverme a tomarla, junto con el incumplimiento, como ejemplo de metas de enseñanza para ser eliminadas de nuestro modo de ser.

Eliminar es, en efecto, la palabra adecuada y ya la usó, -si mal no recuerdo- nuestro Ministerio de Instrucción Pública a principios de siglo, cuando publicó un folleto para eliminar palabras y pronunciaciones mal usadas en Venezuela. Otro esfuerzo parecido hicieron para implantar el sistema métrico decimal. Ambas campañas lograron su objetivo, a pesar de lo escuálido que era el sistema educativo, pero también gracias a la excelente formación que tenían los maestros y maestras...

Las culturas (o las inculturas) son más fáciles de cambiar que lo que se piensa. En 1936 el gobierno del General Eleazar López Contreas eliminó la gravísima devastación que producía cocinar con leña o carbón vegetal, mediante una combinación de campaña educativa, ás kerosene y cocinillas baratas... Y la propaganda mercantil, ¿acaso no logra sus objetivos? Si la misma metodología educativa se hubiera continuado y desarrollado, o esfuerzos similares se hubieran multiplicado, sería aún más extraordinario el resultado que se pudiera haber logrado".

B) La enseñanza de la historia
"Al comienzo [de estas líneas, ver aquí] me preguntaba: ¿Qué tuvimos en común los de la generación de la democracia, aparte de la escuela básica? Los más viejos fuimos formado durante una dictadura y lo único que se permitía enseñar de constructivo en materia social durante la época de '[Unión], Paz y Trabajo' aparte de religión, era Historia Patria... La producción de textos escolares de historia debe ser un moralizante recuento de acontecimientos y de que su docencia debe dirigirse a formar espíritus a la vez críticos de los errores pasados y conscientes de los objetivos nacionales. La historia de Venezuela es la de una lucha constante -pero accidentada- por la igualdad, la democracia y el orden. Cómo desbrozar el camino para continuar este progreso y para inspirar la seguridad de lograrlo, es lo que debe quedar de esta enseñanza. Y recordemos: Debemos ser amenos, pues si la historia no echa el cuento, el estudiante cierra el libro".
Aunque se critican los excesos y la represión durante el régimen de Juan Vicente Gómez (cuyo lema era "Unión, Paz y Trabajo", en esa época se le otorgaba una gran importancia la historia en la educación.

C) Los objetivos de la educación, las vocaciones, la calidad y excelencia educativas
"La escuela básica abre el camino de la igualdad de oportunidades, pero éstas no pueden realizarse bien sin la determinación y desarrollo de las vocaciones...

No hay sustituto de la calidad, vocación y competencia y éstas deben estimularse y premiarse por ser el más fuerte pilar de la igualdad y el más eficaz freno a la frustración; de otro modo, como en las sociedades primitivas, las diferencias pueden reaparecer con otra cara y convertirse en pretensiones hereditarias de razas o de castas, o cualquier otra que se imponga a fuerza de poder... La historia recordará, por ejemplo, que los genocidios se han producido tanto en los pueblos cultos como en los más atrasados, todo sin que la sociología o la psicología hayan dado una explicación satisfactoria. Lo único que puede hacerse es no olvidar y evitar la recurrencia.

De nuevo cabe también recordar episodios del pasado reciente. Recibieron en el Instituto Pedagógico a la vice Ministra de Educación de la Unión Soviética y cuando ésta describió el sistema de selección por méritos -muy europeo- mediante el cual van despejándose los alumnos que llegarían a las diversas escuelas superiores, algunos oyentes la acusaron de elitesca. No era mujer de dejarse vencer con argumentos que al parecer emergían de las cercanías de su campo político; 'No puede devolverse el Poder a los mediocres!' contestó.

Nuestra propia Carta Fundamental marca camino a la sociedad venezolana. Por un lado señala el propósito de que cada ciudadano pueda suvenir a sus necesidades; y por el otro marca el modo de lograrlo: Exigir de cada quien según sus posibilidades, declarando que el trabajo es a la vez un derecho y un deber y haciendo obligatoria la educación.

La pirámide social también debe achatarse, lo mismo que la pirámide administrativa. Mientras más cerca estén la base y la cúspide, más tranquilidad social existe. Por esto es tan importante fortalecer el gran igualador que son la educación y el cultivo de las vocaciones, que además contribuyen a optimizar y humanizar el trabajo.

Sin objetivos claros se dispersan las fuerzas y se pierde el tiempo. Sin embargo el quehacer sin propósito es un espectáculo creciente en todas partes. Contra esto ha de luchar un sistema educativo capaz de identificar problemas y defectos, resuelto a eliminarlos uno a uno mediante un esfuerzo incesante y repetitivo.

Naciones Unidas, Nueva York, 14-12-1995".

Morgan Housel y "La Pisocología del Dinero" (XIII)

Sigo adelante con la traducción del artículo del economista Morgan Housel, que le dió origen a su libro homónimo, que ha sido todo un éxito ...