Imagina a un estudiante universitario con una inteligencia tan descollante que lo hace odioso para la gran parte de sus semejantes, un talento inusual para los códigos y la programación y con la ambición suficiente como para hacer algo grandioso y que le permite destacar sobre la abrumadora mayoría de la gente; entonces tendrías la fórmula perfecta para crear una herramienta para conectar a millones de personas a un nivel nunca antes visto (en la era post MySpace).
Esta sería la descripción exacta de un Mark Zuckerberg que, junto con un grupo de amigotes (Eduardo Saverin, Dustin Moskovitz, Andrew McCollum y Chris Hughes), creó Facebook. Y de esto trata la película que analizaremos hoy: The Social Network o, en la excepcional y perfectamente lograda traducción al español, "La Red Social".
Inspirada en el libro The Accidental Billionaires ("Los Millonarios Accidentales") del autor Ben Mezrich, esta película del genial David Fincher (director de otra de mis películas favoritas, ya analizada en Gestión Inteligente, El Club de la Pelea), nos presenta magistralmente una ficción inspirada en hechos muy reales: los inicios, en los pasillos de la Universidad de Harvard durante los tempranos 2000, del fenómeno mediático característico del nuevo milenio: el surgimiento de plataformas en internet que permiten conectar a millones de personas a nivel global.
Zuckerberg (en la cara de un extraordinario Jesse Eisenberg), un estudiante de Ciencias de la Computación que, a pesar de sus grandes capacidades intelectuales, cae víctima de sus complejos al tratar pésimamente a su novia, Erica Albright (interpretada por Roney Mara), luego de insinuarle que ha salido con el portero del lugar donde están cenando y subestimar sus capacidades intelectuales y, aún así, pretendiendo disculparse para aplacar su reacción. Como es de esperarse, la novia termina la relación con él en ese instante y del hilo de acontecimientos que suceden a esa decepcionante experiencia, surge la red social por antonomasia: Facebook.
Es que Mark se retira a su residencia universitaria y, entre cervezas, publica entradas de su blog insultando a su ex novia, y poco después crea "Facemash", un sitio para comparar los rostros de las mujeres de la facultad, que llega a tener más de 20 mil visitas y logra la particular hazaña de colapsar la red de la universidad. Como consecuencia, Zuckerberg no sólo consigue que el Consejo de Harvard lo ponga a prueba por seis meses, sino que también le da una notoriedad inusitada a nuestro simpático amigo.
A raíz de la fama que le trajo este acontecimiento, lo contacta un tal Divya Narendra (interpretado por Max Minghella), junto con los gemelos Cameron y Tyler Winklevoss (interpretados por Armie Hammer), para que los ayudara a desarrollar una idea: la de construir un sitio para conectar a los estudiantes de todas las universidades y compartir sus experiencias en una plataforma social. Mark se compromete, pero le da largas al asunto, al tiempo que empieza a codificar un nuevo sitio para conectar a los estudiantes de Harvard (una idea bastante parecida a la que le revelaron los gemelos). Mark le contó su proyecto a su amigo Eduardo Saverin (Andrew Garfield), quien se interesó y aportó un capital inicial que permitió su desarrollo.
Cuando Narendra y los Winklevoss se enteraron del lanzamiento del sitio, se molestaron de que Mark no cumpliera con su parte del trato e intentaron (sin éxito) comunicarse con Zuckerberg a través de su abogado familiar, haciéndole saber que consideraban que había robado su idea. Eduardo se alarma de que esto pueda poner en riesgo su proyecto, del cual ya fungía como socio (junto con Zuckerberg y Moskovitz, otro de los desarrolladores del sitio), además de cabeza financiera y comercial. Efectivamente, luego de enterarse en una regatta en Inglaterra que Facebook ya había llegado a las universidades europeas, los Winklevoss se deciden a demandar al fundador de Facebook.
Mientras tanto, a medida que Zuckerberg y Saverin empezaban a saborear las miles de su éxito, conocieron a más chicas, entre ellas, Christy Lee, quien se haría novia de Eduardo y les presentaría a un nuevo adepto que terminaría convirtiéndose en el mentor de Mark: Sean Parker (interpretado por Justin Timberlake), fundador de Napster, para desvelo de Metallica y del resto de la industria musical. Parker atrajo grandes cantidades de capital fresco a la empresa, mediante un nombre legendario en la inversión: Peter Thiel.
El dinamismo de Parker contrastó con el enfoque más tradicional para los negocios de Eduardo. Y aquí empezaron los roces que terminaron con Saverin bloqueando las finanzas de la empresa. La disminución (o "dilución") de su participación accionaria mientras que Mark, Peter, Dustin y todos los demás conservaban sus porcentajes terminó haciendo el resto: Saverin demandaría a Zuckerberg a iría por todo Facebook...
Conectar a otros puede ser la puerta al éxito, pero como dice una de las líneas promocionales de la película: "no llegas a 500 millones de amigos sin hacer unos cuantos enemigos".
¿Cuáles son las 3 lecciones para los negocios y la vida podemos aprender de "La Red Social"?
1. La importancia de emprender está en crear. Comprométete con tu visión.
Desde el inicio de la película vemos a un Mark Zuckerberg comprometido al 100% con su visión de crear algo extraordinario: una red que le permitiera a la gente conectar entre sí y compartir su información personal (fotos, videos, comentarios e historias) con otros. Al contarle su idea a "Wardo" (Eduardo Saverin), le dice:
Mark Zuckerberg: People want to go online and check out their friends, so why not build a website that offers that? Friends, pictures, profiles, whatever you can visit, browse around, maybe it's someone you just met at a party. Eduardo, I'm not talking about a dating site, I'm talking about taking the entire social experience of college and putting it online.
[La gente quiere entrar a internet y saber de sus amigos, ¿por qué no crear un sitio que ofrezca eso? Amigos, fotos perfiles, lo que quieras visitar, ¿por qué no volver a a ver a alguien que conociste en una fiesta? No estoy hablado de un sitio de citas, estoy hablando de tomar toda la experiencia social de la universidad y ponerla en internet].
Esto nos lleva a considerar lo que se necesita para ser emprendedor y empresario. Como vemos, la gran idea de Mark Zuckerberg (original o no) era conectar a la gente para que compartieran su información. Sin embargo, él no tenía el savoir fair (saber hacer) que distingue a un empresario con visión comercial del emprendedor que desarrolla una idea. Esto se lo suministrarían, al principio, Eduardo y luego, de una forma más espectacular, Sean Parker.
Durante una conversación de Zuckerberg con Sean Parker, este le cuenta la historia (verídica) de un tipo que fundó una empresa de ropa interior, de los móviles que lo llevaron a crear un gigante que cambió la percepción de las personas sobre ese producto, de los imponderables que lo llevaron al éxito y cómo, al vender su empresa y fracasar en otros negocios posteriores, perdió la motivación para vivir:
Mark Zuckerberg: You'r date looks so familiar to me.
[Tu pareja me resulta familiar.]
Sean Parker: She looks familiar to a lot of people.
[Es familiar para muchos.]
Mark Zuckerberg: What do you mean?[¿A qué te refieres?]
Sean Parker: A Stanford MBA named Roy Raymond wants to buy his wife some lingerie but he's too embarrassed to shop for it at a department store. He comes up with an idea for a high end place that doesn't make you feel like a pervert. He gets a $40,000 bank loan, borrows another $40,000 from his in-laws, opens a store, and calls it Victoria's Secret. Makes a half million dollars his first year. He starts a catalog, opens three more stores and after five years he sells the company to Leslie Wexner and the Limited for four million dollars. Happy ending, right? Except two years later, the company's worth 500 million dollars and Roy Raymond jumps off the Golden Gate Bridge. Poor guy just wanted to buy his wife a pair of thigh-highs.
[Un graduado de Stanford llamado Roy Raymond quiere comprar ropa interior para su esposa, pero le da vergüenza ir a una gran tienda. Se le ocurre un lugar sofisticado que no lo haga sentir como un pervertido. El banco le presta $40.000 y sus suegros otros $40.000. Abre una tienda y la llama Victoria's Secret. Gana medio millón el primer año. Lanza un catálogo, abre otras tres y después de cinco años vende la compañía a Leslie Wexner y The Limited por cuatro millones de dólares. Un final feliz, ¿no? Excepto que dos años después la compañía vale 500 millones de dólares y Roy Raymond salta del puente Golden Gate. El pobre tipo solo quería comprar ropa interior para su esposa.]
La anécdota de Parker era simplemente para decirle a Mark que su pareja en el momento era una modelo de Victoria's Secret, pero encierra una lección más profunda: la vida de un empresario es su negocio. Esto lo diferencia del inversionista que, aunque pueda considerar a sus inversiones un negocio (y no un simple commodity que compra y vende para sacarle una ganancia, como es la visión del trader), siempre marcará distancia con las acciones (Warren Buffet dice que "las acciones no saben que tu las posees... Así que ningún sentimiento que tengas sobre el mercado será recíproco").
En cambio, el enfoque del emprendedor es comprometerse con su negocio: hacerlo el centro de su vida. El tipo de compromiso que Stephen Covey le daba al cerdo en el desayuno pues pone su propia carne en el juego (-skin in the game-), mientras que la gallina meramente se involucra poniendo los huevos (pero nunca su pellejo).
Esa clase de compromiso lo vemos en el Mark Zuckerberg de la película: cuando estaba en Harvard lo vemos en todo momento escribiendo códigos, durante las classes, los descansos de las deposiciones del juicio, en incluso en las fiestas está siguiendo el desarrollo de su negocio, 24x24, sin descanso. Y se lo hace ver a Eduardo cuando le pide que lo acompañe en California, o cuando le reclama por haber cerrado las cuentas por sus celos al ver el rol creciente de Sean Parker en la empresa:
Mark Zuckerberg: Do you realize that you jeopardized the entire company? Do you realize that your actions could have permanently destroyed everything I've been working on?
[M.Z.: ¿Te das cuenta de que pusiste en peligro la compañía? ¿Te das cuenta de que tus acciones pudieron destruir todo lo que hice?]
Eduardo Saverin: WE have been working on!
[E.S.: Todo lo que hicimos, Mark!]
Mark Zuckerberg: [speaking frantically, almost hysterical] Without money the site can't function. Okay, let me tell you the difference between Facebook and everyone else, we don't crash EVER! If those servers are down for even a day, our entire reputation is irreversibly destroyed! Users are fickle, Friendster has proved that. Even a few people leaving would reverberate through the entire userbase. The users are interconnected, that is the whole point. College kids are online because their friends are online, and if one domino goes, the other dominos go, don't you get that? I am not going back to the Caribbean Night at AEPi!
[M.Z.: Sin dinero el sitio no puede funcionar. Ok, te diré la diferencia entre Facebook y todo el resto: no paramos nunca. Si los servidores se apagan, nuestra reputación quedará destruida en forma irreversible. Los usuarios son versátiles, Friendster lo sufrió. Aunque quedaran pocos dejaría efectos permanentes en la base de usuarios. Ellos están interconectados. Los estudiantes están conectados porque sus amigos lo están, si uno se va, los otros se van, lo entiendes? No volveré a la noche caribeña de AEPi!
Más adelante, Zuckerberg le dice a Eduardo: "Actuaste como un niño, no como un empresario". Una clara señal de que Mark era una persona que estaba sobradamente comprometida con su empresa. En más de una ocasión queda claro que el móvil de Zuckerberg no era el dinero, sino crear algo extraordinario.
2. Propiedad intelectual y Dilución de Acciones. ¿"Es mejor un mal acuerdo que un buen pleito"?
La idea de la propiedad intelectual flota sobre la película de principio a fin: los gemelos Winklevoss demandan a Zuckerberg porque reclaman que este les robó una idea al crear Facebook, Eduardo Saverin reclama que su nombre debe aparecer como uno de los creadores en la cabecera de la empresa, Sean Parker se pavonea en la cama de una chica diciéndole que es el creador de Napster y que los artistas y la industria musical de entonces lo destruyeron a causa de unas regalías y, último, pero no menos importante, Mark Zuckerberg defiende como un gato patas arriba a su creación.
Cuando Eduardo se entera de que los gemelos le habían enviado cartas por intermedio de su abogado a Mark, tiene una conversación al respecto con él:
Eduardo Saverin: They're saying, the Winklevoss twins are saying that you stole their idea.
[Los gemelos Winklevoss dicen que tú les robaste la idea.]
Mark Zuckerberg: I find that to be a little more than mildly annoying.
[Sí, ya me había parecido que estaban un poco molestos.]
Eduardo Saverin: Oh? Well, they find it to be intellectual property theft. Why didn't you show this to me?
[Bueno, aquí dicen que le robaste la propiedad intelectual. ¿Por qué no me lo enseñaste?]
Mark Zuckerberg: [flippantly] It was addressed to me.
[Estaba dirigido a mi.]
Eduardo Saverin: They're saying that we stole theFaceBook from Divya Narendera and the Winklevosses.
[Dicen que robamos Facebook a Divya Narendra y a los Winklevoss.]
(...)
Eduardo Saverin: Do they have grounds?
[¿Tienen fundamentos?]
Mark Zuckerberg: The grounds are our thing is cool and popular and HarvardConnection is lame! Wardo, I didn't use any of their code, I promise. I didn't use anything! Look, a guy who builds a nice chair doesn't owe money to everyone who ever has built a chair, okay? They came to me with an idea, I had a better one.
[Los fundamentos son que lo nuestro es genial y popular y HarvardConnection (la red social que crearon los Winklevoss, que luego cambiarían a ConnectU) es malo! Wardo, no usé ninguno de sus códigos, lo juro. No usé nada! Oye, alguien que fabrica una silla linda no les debe dinero a todos los fabricantes de sillas. Vinieron a mi con una idea, yo tuve una mejor.]
Aquí está el quid del asunto. La creatividad es algo muy libre y en el fondo no hay nada menos "original" que ser creativo: cualquier artista, escritor, influencer o bloguero lo podría confirmar. Más adelante me referiré un poco más a este punto; lo que importa por ahora es que el tema de la propiedad intelectual es complejo, pero muy importante, ya que vale millones de dólares. Por más que Mark haya intentado soslayar la demanda de los gemelos por un supuesto robo de la idea, al decirle a su abogada asistente lo siguiente:
Marylin Delpy: You must really hate the Winklevosses.
[Debes odiar en serio a los Winklevoss.]
Mark Zuckerberg: I don't hate anybody. The "Winklevii" aren't suing me for intellectual property theft. They're suing me because for the first time in their lives, things didn't go exactly the way they were supposed to for them.
[Yo no odio a nadie. Los Winklevoss me demandan por robo de propiedad intelectual. Ellos me demandan porque por primera vez en su corta vida, las cosas no les funcionaron como esperaban.]
Una de las cosas más interesantes del guion es que supieron presentarnos una historia en dos niveles y tiempos distintos: por un lado, la vida universitaria, el hervidero de ideas, creatividad y revolución tecnológica de donde surgió todo el fenómeno de Facebook como red social; por el otro, un proceso legal que se desarrollaba en una sala de "deposiciones" de una firma de abogados (las deposiciones son declaraciones de las partes de un juicio civil, que se desarrollan en la etapa previa al juicio en los tribunales, conocida como "pretrial discovery", un tema maravilloso como para escribir una tesis de maestría y dejarla inconclusa, aunque eso es otra historia).
La demanda de los gemelos Winklevoss contra Mark Zuckerberg era por infracción a la propiedad intelectual. Pero la demanda de Eduardo Saverin era por una forma algo complicada de incumplimiento de contrato: cuando Sean Parker atrajo a Peter Thiel como inversor de Facebook, se emitieron nuevas acciones que permitían la participación de los nuevos inversionistas. Aunque la participación de Mark Zuckerbeg, Dustin Moskovitz y Peter Thiel no sufrió modificaciones, la de Saverin disminuyó porcentualmente (ya que conservó el número original de acciones, a pesar de que se emitieron millones de otras nuevas). Este fenómeno, llamado "dilución de acciones" es tremendamente dañino para quien lo padece, aunque es una táctica bastante común entre las empresas (pensemos en, por ejemplo, los pobres accionistas de Shift Pixy y Lucid Group).
Es lo que pasa en la escena donde Eduardo le reclama a Mark la emisión de acciones:
Eduardo Saverin: (takes Mark's laptop and smashes it down on the desk, destroying it) How about now? You still wired in?
[(Destruyendo la lapto de Mark) ¿Que tal ahora? ¿Sigues conectado?]
Sean Parker: Call security.
[Llama a seguridad]
Eduardo Saverin: You issued 24 million new shares of stock.
[Emitiste 24 millones de acciones nuevas.]
Mark Zuckerberg: You were told that if new investors came along...
[Ya te dijeron que hay nuevos inversores.]
Eduardo Saverin: How much were your shares diluted? (points to Sean) How much were his?
[¿Cuánto de tu parte redujeron? ¿Cuánto de la suya? (apunta a Sean)]
Gretchen: What was Mr. Zuckerberg's ownership share diluted down to?
[(En un cambio de escenario, la abogada le pregunta a Eduardo Saverin en qué proporción fueron diluidas sus acciones:) ¿A cuánto se redujo la participación accionaria del Sr. Zuckerberg?]
Eduardo Saverin: It wasn't.
[No se redujo]
Gretchen: What was Dustin Moskovitz's ownership share diluted down to?
[Se redujo la parte del Sr. Moskowitz?]
Eduardo Saverin: It wasn't.
[No se redujo]
Gretchen: What was Sean Parker's ownership share diluted down to?
[Y dime, ¿a cuánto se redujo la parte de Sean Parker?]
Eduardo Saverin: It wasn't.
[No se redujo]
Gretchen: What was Peter Thiel's ownership share diluted down to?
[¿Fue la parte de Peter Thiel la que se redujo?]
Eduardo Saverin: It wasn't.
[Tampoco]
Gretchen: And what was your ownership share diluted down to?
[¿Y entonces a cuánto fue reducida tu parte accionaria?]
Eduardo Saverin: .03 percent.
[0.3 por ciento]
En la sala de deposiciones, cada parte narra su versión de los hechos y así los abogados pueden establecer los fundamentos del caso y determinar a ciencia cierta si hay base para ir a un juicio o para una autocomposición de la controversia, es decir, llegar a un acuerdo. Es lo que al final hace la abogada asistente, proponiéndole a Mark que le pague una indemnización a los Winklevoss, ya que llegar a un juicio le perjudicaría por la forma en que los abogados suelen manipular las historias y las percepciones frente a un jurado:
Marylin Delpy: [Urging Zuckerberg to make the $65 million settlement with the Twins] Pay them. In the scheme of things, it's a speeding ticket.
[Págales. Como están las cosas, será solo un boleto]
En resumidas cuentas, los Winklevoss ganaron $20 millones en efectivo, $45 millones en acciones y firmaron un acuerdo de confidencialidad. Con eso, se convirtieron en unos de los primeros grandes inversores en una criptomoneda llamada Bitcoin y ahora son milmillonarios. Igualmente Eduardo Saverin, que por un acuerdo similar, recuperó su participación original, se nacionalizó en Singapur y con eso se ahorró $700 millones en impuestos. Mark obtuvo de cada quien un acuerdo de no divulgación y antidifamación, conservando su empresa. Todos ganan y se ahorran años y millones en gastos judiciales.
3. Ideas: robar una te puede costar millones, pero concretar una te puede dar miles de millones
Efectivamente, Mark pagó muchos millones (en efectivo y en acciones) a los Winklevoss y a Saverin, pero esto le permitió continuar desarrollando su idea que, una vez materializada, fue uno de los grandes emprendimientos del siglo. Y aquí está el verdadero valor de la idea: no en lo que representa por sí misma, sino en lo que se convierte cuando la llevas a la realidad.
Y ese fue el gran mérito del personaje de Zuckerberg: mientras que los gemelos Winklevoss tenían una idea, pero se decantaron por la forma tradicional (tan old money) de pagarle a alguien para que la materializara; Mark Zuckerberg, haciendo gala del espíritu emprendedor del capitalismo (típico de grandes nombres como Elon Musk, Henry Ford y otros), se arremangó la camisa y empezó a trabajar.
Las horas de sueño perdido invertidas en escribir códigos para materializar su idea fueron lo que le permitió decirle a Eduardo, con una confianza nivel Dios, que "no todo el que hace una silla le debe dinero a los demás creadores de sillas". Y es lo que vuelve a su personaje arrogantemente invencible: nadie le puede quitar que fue él quien creó Facebook, una idea mejor que cualesquiera ConnectU y Myspaces que fueron desplazados por el crecimiento imparable de la gran red social.
Como comenté más arriba, el móvil de Zuckerberg no era (al menos originalmente) el dinero, sino crear algo que permitiera conectar a la gente. Esto quedó patente en uno de los diálogos con Divya Narendra y los Winklevoss:
Divya Narendra: You invented something in high school too, right?
[¿También inventaste algo en la secundaria, ciero?]
Mark Zuckerberg: An app for an MP3 player that recognizes your taste in music.
[Una aplicación para el MP3 para reconocer tus gustos musicales]
Divya Narendra: Anybody try to buy it?
[¿Alguien quiso comprarlo?]
Mark Zuckerberg: Microsoft.
[Microsoft.]
Divya Narendra: Wow. How much?
[Wow. ¿Cuanto?]
Mark Zuckerberg: Didn't sell it, uploaded it for free.
[No lo vendí, es para descargar gratis.]
Divya Narendra: For free?
[¿Gratis?]
Mark Zuckerberg: Yeah.
[Sí.]
Divya Narendra: [Looking a little puzzled] Why?
[¿Por qué?]
[Mark shrugs]
[(Mark se encoge de hombros)]
Al final, queda claro que los Winklevoss no eran creadores, sino solo visionarios, soñadores. No tenían la capacidad para llevar por sí mismos su sueño a la realidad. Zuckerberg sí que tenía esa capacidad, porque pertenece a esa rara clase de personas que puede construir algo con su propio trabajo (la misma categoría de personas a la que pertenece un Pavel Durov, otro creador -¿o copiador?- eminente de este siglo). Y es lo que permitió decirle a los gemelos en la misma sala de deposiciones lo siguiente:
Mark Zuckerberg: You know, you really don't need a forensics team to get to the bottom of this. If you guys were the inventors of Facebook, you'd have invented Facebook.
[No necesitas un equipo de forenses para llegar al fondo de esto. Si fueran los inventores de Facebook, habrían inventado Facebook]
No solo se trata de tener una idea o un sueño. Si no los llevas a la realidad con tu trabajo, no son más que ilusiones. Solo una parte de la creatividad es pensar y alumbrar ideas, pero la otra parte, quizás tanto o más importante, es la de llevarlas a la realidad (el 90% de la transpiración que complementa el 10% de la inspiración, según la frase atribuida a Tomás Edison).
Esta es una de mis películas favoritas, por el tema, las actuaciones y lo bien lograda que está en todos los sentidos. Es para mí un verdadero placer haber compartido tan solo 3 de las miles de reflexiones que inspira esta obra.
Espero que el contenido sea de tu agrado. Nos vemos en una próxima ocasión, saludos!
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