El término “Lunes negro” en el contexto de las bolsas de valores se refiere a un día en el que los mercados bursátiles experimentan una caída dramática y significativa. Estos eventos pueden afectar la confianza de los inversionistas y, en algunos casos, desencadenar consecuencias económicas adversas. Veamos dos momentos clave relacionados con los “lunes negros”:
1. El Lunes Negro de 1987 en Wall Street:
Esta caída fue incluso más pronunciada que el colapso bursátil de 1929, justo antes de la Gran Depresión. Las pantallas mostraban precios en picada, el pánico se apoderó del parqué de la Bolsa de Nueva York y la situación empeoró.
¿Por qué sucedió? Varios factores contribuyeron: 1) tensiones en el golfo Pérsico, 2) temores sobre el aumento de las tasas de interés, 3) un mercado alcista sin correcciones significativas durante cinco años y 4) la negociación informatizada que aceleró las ventas y alimentó el frenesí entre los operadores humanos.
A raíz de este “lunes negro”, se implementaron medidas en la Bolsa de Nueva York para detener las operaciones cuando las acciones caen demasiado rápido. Estas pausas forzadas dan a los inversores la oportunidad de calmarse y evitan que el pánico se propagase.
A pesar del caos, de las cenizas de ese lunes negro surgieron los brotes verdes del mercado alcista más largo y fuerte en la historia de Estados Unidos.
2. El Lunes Negro en las Bolsas Mundiales en 2024:
El 5 de agosto de 2024, las bolsas mundiales vivieron otro “lunes negro”, aunque más atenuado que el de 1987. Las bolsas de valores de Japón y Taiwán sufrieron la mayor caída diaria de su historia debido a la decisión de la autoridad monetaria de Japón de aumentar tipos de interés luego de casi 30 años de tasas bajas (o incluso negativas) y los temores sobre una desaceleración económica en Estados Unidos por la disminución en la creación de puestos de trabajo en julio, además de tensiones geopolíticas en el Medio Oriente (amenazas de ataque a Israel por parte de Irán).
Aunque esta caída no alcanzó la magnitud de 1987, el evento nos recuerda cómo la volatilidad y la incertidumbre pueden afectar los mercados financieros.
Los “lunes negros” son momentos de alta tensión en los mercados, y aunque no es probable que veamos una caída del 22% en un solo día como en 1987, siempre debemos estar atentos a las señales económicas y financieras.
Espero que sea de tu provecho. Nos vemos en la próxima, saludos.
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