Lo que sigue es un artículo publicado en la edición
on line del
Wall Street Journal, en el cual se especula sobre las consecuencias de los recientes problemas de salud del Presidente Hugo Chávez en el panorama político de Venezuela de este año electoral:
Por KEJAL VYAS y JOSÉ DE CÓRDOBA
CARACAS — Nuevas incertidumbres sobre la salud del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, amenazan con provocar una puja para sucederlo entre las facciones que integran su movimiento político y, a la vez, aumentan las esperanzas de una oposición rejuvenecida para las elecciones presidenciales de este año.
Chávez, después de meses de minimizar su enfermedad, alimentó las especulaciones de que no podrá ejercer su liderazgo político o siquiera postularse para una reelección. En una entrevista que salió al aire el martes sobre sus planes de someterse a una tercera operación por un cáncer que no ha revelado, habló vagamente pero sugirió que estaba tomando el problema de salud seriamente.
"Lamentablemente no me van a ver (...), no voy a poder seguir con el ritmo que venía in crescendo", dijo Chávez en una llamada telefónica a una estación de televisión de Venezuela. Si la lesión que encontraron los doctores cubanos en La Habana durante el fin de semana resultar ser un tumor cancerígeno o maligno, señaló el mandatario, "estoy obligado a atender esta nueva circunstancia, a repensar mi agenda personal, y a cuidarme, y a enfrentar lo que haya que enfrentar".
"Independientemente de mi destino personal, la revolución ya tiene su impulso y nada ni nadie podrá detenerla", aseguró Chávez, y prometió continuar trabajando para el pueblo venezolano "hasta el último día de mi vida".
Chávez, de 57 años, dijo que viajaría a La Habana para la intervención quirúrgica este fin de semana o antes. En junio, doctores cubanos extrajeron un tumor del tamaño de una "pelota de béisbol" de su región pélvica. El presidente se había declarado curado tras cuatro sesiones de quimioterapia después de la operación.
Las renovadas dudas ponen de relieve la fragilidad de su gobierno y la falta de un claro sucesor, después de 13 años de dirigir el país con las mayores reservas de petróleo del mundo. "No hay nadie que se compara con Chávez", dijo Raúl Salazar, quien fuera su ministro de Defensa hasta 2000. "No hay una agenda gubernamental, es sólo una persona".
Los partidarios de Chávez insisten en que sobrevivirá su crisis médica y vencerá al candidato de la oposición, Henrique Capriles, de 39 años, gobernador del estado Miranda, quien fue elegido este mes en una primaria que tuvo una convocatoria de más de tres millones de votantes, muchos más de los que esperaban el gobierno o la oposición.
"A la militancia nuestra, que por alguna razón se siente decaída, le decimos que agarre impulso y que esto sirva para retomar las fuerzas", exhortó Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela.
Cabello, quien según analistas es un contendiente destacado para suceder a Chávez como candidato si el presidente no pudiera, afirmó que el mandatario sigue teniendo el total respaldo del gobierno y su movimiento político.
Hasta el anuncio del martes, Chávez había mostrado pocas señales de bajar el ritmo en los últimos meses, diciendo que esperaba quedarse en el poder hasta 2031. En una medida que muchos observadores afirman solidificó su posición central en el gobierno, Chávez se embarcó en diciembre en un recambio drástico de su gabinete y les indicó a sus colaboradores más destacados —incluido el vicepresidente Elías Jaua— que dejaran sus puestos en el futuro cercano y se postularan como gobernadores este año. Las medidas relegaron a Jaua y otros potenciales sucesores.
A la vez, Chávez ascendió a Cabello, un influyente ex soldado y legislador, para que encabezara su partido gobernante, PSUV. Nombró como nuevo ministro de Defensa al general Henry Rangel Silva, uno de un puñado de altos militares venezolanos que figuran en una lista negra del gobierno estadounidense por presunta participación en el narcotráfico.
Las medidas se consideraron un intento de Chávez por fortalecer el apoyo entre los militares, que según advirtieron políticos opositores podrían tener un importante rol en las elecciones y durante una transición.
Los líderes de la oposición han evitado cuidadosamente darle importancia al tema de la salud de Chávez y han dicho que esperan una competencia electoral de ideas con el mandatario. "A mi contendor como hijo de Dios que soy le deseo una exitosa operación, una pronta recuperación y larga vida!", escribió Capriles en su cuenta de Twitter el miércoles.
Analistas, sin embargo, afirman que la enfermedad de Chávez presenta una oportunidad única para la oposición para establecer un contraste entre el joven y dinámico Capriles frente al repentinamente muy mortal Chávez. "Sin dudas le da a Capriles, un tipo joven y con apariencia saludable, una oportunidad de comunicarles a los votantes venezolanos una imagen comparativa con un líder que envejece y está enfermo, que representa el pasado y no el futuro de Venezuela", afirmó Riordan Roett, director de Estudios del Hemisferio Occidental de la Escuela de Asuntos Internacionales Avanzados de la Universidad de Johns Hopkins.
Venezuela padece la mayor inflación del mundo, largos y frecuentes apagones energéticos, escasez de alimentos, así como una ola de crimen violento que convierte a Caracas en una de las ciudades más peligrosas del mundo. Pero Chávez es considerado el favorito para ganar las elecciones, dado su casi total control de los medios del país, y el enorme gasto en programas sociales.
Pero si Chávez se baja, no hay otro en las filas de su movimiento que pueda calzarse sus zapatos con facilidad. El ex comandante de tanque mesiánico y verborrágico ha logrado forjar una relación con millones de venezolanos pobres que se ven reflejados en la imagen de Chávez. Ha cementado ese lazo gastando miles de millones de dólares en programas populistas que entregan efectivo, cuidado médico y comida barata a millones de venezolanos pobres, muchos de los cuales viven en precarios barrios alrededor de Caracas.
"No hay nadie con el carisma innato de Chávez que pueda atraer a los pobres", opinó Roett. "El chavismo sin un líder carismático será una fuerza exhausta en poco tiempo".
—Ezequiel Minaya contribuyó a este artículo.
(
http://online.wsj.com/article/SB10001424052970203918304577241641125128030.html?mod=WSJS_inicio_LeftWhatsNews;FEBRUARY 23, 2012, 5:22 P.M.)
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