martes, febrero 21, 2012

The Economist: la "gerencia samba"

Aprovechando estos días de carnaval, así como la gran atención que ha tenido en los medios venezolanos el anuncio del candidato opositor Henrique Capriles Radonski (quien se declaró seguidor del "modelo brasileño"), y tomando en cuenta la estrecha cooperación que se ha establecido entre Venezuela y Brasil durante el Gobierno de Hugo Chávez (que apunta a la conformación de un eje Caracas-Brasilia-Buenos Aires), aquí traigo a colación un artículo publicado en la versión on line del semanario The Economist el pasado 3 de enero, con el título que da nombre a esta entrada y que aborda la creciente importancia que cobra nuestro gran vecino suramericano en la economía mundial, así como las medidas que han venido tomando las escuelas de negocios, tanto de ese país, como aquellas de los centros tradicionales del poder mundial (particularmente las de los Estados Unidos), para encauzar sus ansias de desarrollo.


¿Se convertirá Brasil en una nueva fuente de inspiración para las escuelas de negocios occidentales? Durante los últimos 15 años, ellas han buscado principalmente al este. Nuevas escuelas de negocios surgieron en países de rápido crecimiento como China y Singapur, llevando a una corriente de intercambios de estudiantes y facultades entre campus occidentales y orientales.

Pero un número creciente de escuelas de negocios ahora están mirando al sur, con Brasil atrayendo el mayor interés. La Escuela de Negocios Darden de la Universidad de Virginia del Sur introdujo recientemente introdujo una residencia brasileña como parte de su MBA Ejecutivo Global (GEMBA, por "Global Executive MBA"). Los estudiantes irán a Sao Paulo y a Río de Janeiro, donde pasarán dos semanas recibiendo clases, visitando firmas locales y aprendiendo sobre el entorno de negocios de la región. Y la Escuela de Negocios Beedie en la Universidad Simon Fraser en Canadá ha unido fuerzas con la Escuela de Negocios FIA de Sao Paulo, la ITAM de Ciudad de México y la Universidad Vanderbilt de Nashville para desarrollar lo que los funcionarios denominan un "Programa de MBA ejecutivo para las Américas".

Esta ráfaga de actividad puede que no sea una sorpresa. El año pasado Brasil superó a Gran Bretaña al convertirse en la sexta economía más grande del mundo, de acuerdo con el Centro para la Investigación en Economía y Negocios ("Centre for Economics and Business Research"). Aun a pesar del reciente éxito del país y su riqueza en recursos naturales, la historia de la economía brasileña en la segunda mitad del siglo veinte fue una de bajo rendimiento. El chiste desde hace mucho tiempo es que Brasil es un país del futuro - y siempre lo será. Más allá de la inestabilidad política, los observadores apuntan a décadas de mala administración corporativa y a una falta de estrategias para mantener el crecimiento.

Pero el país es el destino de elección para multinacionales que buscan un punto de apoyo en América Latina. También cuenta (1) con un sector tecnológico sofisticado, (2) suficiente petróleo, (3) cultivos y (4) cervecerías como para ser autosuficiente. Y ha sido escogido para albergar los dos eventos deportivos más grandes del mundo en los próximos cuatro años: la Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos. Añádase a eso una creciente clase media y la economía tendrá un futuro prometedor.

¿Serán capaces las escuelas de negocios extranjeras de influir a los ejecutivos del país, dada la tendencia histórica de Brasil a mirar hacia adentro y a resistir a las ideas de afuera? Por eso, para mantener el crecimiento, los gerentes necesitan cambiar su modo de pensar, dice Peter Rodríguez, decano senior asociado en la Escuela de Negocios Darden, Y esto está ocurriendo, explica, ya que la economía de Brasil está alejándose de las empresas familiares hacia compañías gestionadas más profesionalmente. Cada vez más, ya no es el linaje, las conecciones sociales y la buena fortuna lo que te sacarán adelante.

Las firmas locales también están interesadas en usar la educación en negocios para aprender de las fallas recientes en los países ricos, señala Cesar Beltran, el director de la Escuela de Negocios IESE de Brasil. "En estos tempos de crecimiento rápido ellos no quieren perder de vista el panorama a largo plazo en aras de la ganancia a corto plazo", dice. El Señor Beltran también sostiene que más y más compañías brasileñas quieren que sus gerentes piensen globalmente.

Marina Heck, del programa OneMBA en la Escuela de Negocios FGV de Brasil, ve esto como una parte de una tendencia más amplia de compañías invirtiendo más en su talento gerencial. En Brasil la guerra por el talento aún hace estragos. Como resultado, casi 90% de los estudiantes inscritos en el programa de OneMBA son financiados por sus compañías (en Estados Unidos y en Europa la cuota es alrededor de un tercio). Y mientras en los países ricos el número de los que quieren obtener un MBA ha caído en los últimos dos años, las solicitudes para el programa de OneMBA en la FGV se ha duplicado durante el mismo período.

Para los estudiantes que vienen de afuera, Brasil ofrece lecciones que están al margen de aquellos que pueden aprenderse en otras naciones BRIC, como India o China. Los estudiantes del Darden GEMBA, por ejemplo, tienen la oportunidad de estudiar el carnaval de Río -y entender cómo un evento internacional tan importante puede salir de las favelas afectadas por la pobreza-.

Aunque la reunión popular más grande del mundo puede ser vista como una espontánea fiesta callejera, también es el resultado de meses de intensa práctica, coreografías meticulosas y manejo de gente en una escala masiva. Esta "gerencia samba", una combinación de lo divertido y lo formal, podría ser un modelo para el mundo.

(http://www.economist.com/whichmba/samba-management; Jan 3rd 2011, 11:02 by M.S.).

Así como el año pasado dedicamos muchas entradas al "estilo alemán" de gestión (que consideramos ha sido el motor de la salvación de la eurozona y, por ello, un muro de contención a una crisis catastrófica de la economía mundial), a partir de ahora dedicaremos muchas líneas de gestión inteligente a descubrir el "estilo brasileño", más afín a nuestra cultura e idiosincracia, con nuestras mismas virtudes -y defectos-. Brasil, en los próximos años se convertirá (ya lo viene haciendo) en uno de los principales socios comerciales y económicos de Venezuela (y de toda América Latina). Es preciso profundizar esa cooperación hacia nuevos aspectos de la economía, en provecho de una interacción que sería, sin dudas, mutuamente beneficiosa.

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