Continúo con una nueva entrega de mi traducción del artículo de Morgan Housel, "La Psicología del Dinero", un adelanto de su libro homónimo que fue éxito en ventas, en el cual desarrolla algunas falacias en nuestra relación con el dinero:
7. The seduction of pessimism in a world where optimism is the most reasonable stance.
[7. La seducción del pesimismo en un mundo donde el optimismo es la postura más razonable.]
Historian Deirdre McCloskey says, “For reasons I have never understood, people like to hear that the world is going to hell.”
[La historiadora Deirdre McCloskey dice: "Por razones que nunca he entendido, a la gente le gusta oír que el mundo se va al infierno".]
This isn’t new. John Stuart Mill wrote in the 1840s: “I have observed that not the man who hopes when others despair, but the man who despairs when others hope, is admired by a large class of persons as a sage.”
[Esto no es nuevo. John Stuart Mill escribió en la década de 1840: “He observado que no es el hombre que tiene esperanza cuando otros se desesperan, sino el que se desespera cuando otros tienen esperanza, el que es admirado como un sabio por una gran cantidad de personas”.]
Part of this is natural. We’ve evolved to treat threats as more urgent than opportunities. Buffett says, “In order to succeed, you must first survive.”
[Parte de esto es natural. Hemos evolucionado para tratar las amenazas de manera más urgentes que las oportunidades. Buffett dice: “Para tener éxito, primero debes sobrevivir”.]
But pessimism about money takes a different level of allure. Say there’s going to be a recession and you will get retweeted. Say we’ll have a big recession and newspapers will call you. Say we’re nearing the next Great Depression and you’ll get on TV. But mention that good times are ahead, or markets have room to run, or that a company has huge potential, and a common reaction from commentators and spectators alike is that you are either a salesman or comically aloof of risks.
[Pero el pesimismo sobre el dinero requiere un nivel diferente de atractivo. Si dices que habrá una recesión, tendrás retuits. Si dices que tendremos una gran recesión, los periódicos te llamarán. Si dices que nos acercamos a la próxima Gran Depresión, aparecerás en la televisión. Pero menciona que los buenos tiempos se avecinan, que los mercados tienen un espacio para funcionar o que una empresa tiene un enorme potencial, y una reacción común tanto de los comentaristas como de los espectadores es que eres es un vendedor o, cómicamente, se mantienen al margen de los riesgos.]
A few things are going on here.
[Aquí están pasando algunas cosas.]
One is that money is ubiquitous, so something bad happening tends to affect everyone, albeit in different ways. That isn’t true of, say, weather. A hurricane barreling down on Florida poses no direct risk to 92% of Americans. But a recession barreling down on the economy could impact every single person – including you, so pay attention. This goes for something as specific as the stock market: More than half of all households directly own stocks.
[Una es que el dinero está en todas partes, por lo que las cosas malas que suceden tienden a afectarnos a todos, aunque de diferentes maneras. Esto no se aplica, por ejemplo, al clima. Un huracán que azota Florida no representa un riesgo directo para el 92% de los estadounidenses. Pero una recesión que se abalanza sobre la economía podría afectar a todas las personas, incluyéndote, así que presta atención. Esto se aplica a algo tan específico como el mercado de valores: más de la mitad de todos los hogares poseen directamente acciones.]
Another is that pessimism requires action – Move! Get out! Run! Sell! Hide! Optimism is mostly a call to stay the course and enjoy the ride. So it’s not nearly as urgent.
[Otra cosa es que el pesimismo requiere de acción: ¡muévete! ¡Sal! ¡Corre! ¡Vende! ¡Escóndete! El optimismo es principalmente un llamado a mantener el rumbo y disfrutar el viaje. Así que no es tan urgente.]
A third is that there is a lot of money to be made in the finance industry, which – despite regulations – has attracted armies of scammers, hucksters, and truth-benders promising the moon. A big enough bonus can convince even honest, law-abiding finance workers selling garbage products that they’re doing good for their customers. Enough people have been bamboozled by the finance industry that a sense of, “If it sounds too good to be true, it probably is” has enveloped even rational promotions of optimism.
[Una tercera cosa es que se puede ganar mucho dinero en la industria financiera, que –a pesar de las regulaciones– ha atraído a ejércitos de estafadores, vendedores ambulantes y manipuladores de la verdad que prometen la luna. Un bono lo suficientemente grande puede convencer, incluso a los trabajadores financieros honestos y respetuosos de la ley que venden productos basura, de que le están haciendo un bien a sus clientes. La industria financiera ha engañado a suficientes personas como para que una sensación de “si suena demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo sea” haya envuelto incluso las promociones racionales de optimismo.]
Most promotions of optimism, by the way, are rational. Not all, of course. But we need to understand what optimism is. Real optimists don’t believe that everything will be great. That’s complacency. Optimism is a belief that the odds of a good outcome are in your favor over time, even when there will be setbacks along the way. The simple idea that most people wake up in the morning trying to make things a little better and more productive than wake up looking to cause trouble is the foundation of optimism. It’s not complicated. It’s not guaranteed, either. It’s just the most reasonable bet for most people. The late statistician Hans Rosling put it differently: “I am not an optimist. I am a very serious possibilist.”
La mayoría de las defensas de optimismo, por cierto, son racionales. No todas, por supuesto. Pero necesitamos entender qué es el optimismo. Los verdaderos optimistas no creen que todo vaya a ir bien. Eso es complacencia. El optimismo es la creencia de que las probabilidades de un buen resultado están a su favor con el tiempo, incluso cuando habrá contratiempos en el camino. La simple idea de que la mayoría de las personas se despiertan por la mañana tratando de hacer las cosas un poco mejor y más productivas que despertarse buscando causar problemas es la base del optimismo. No es complicado. Tampoco está garantizado. Es simplemente la apuesta más razonable para la mayoría de la gente. El fallecido estadístico Hans Rosling lo expresó de otra manera: “No soy optimista. Soy un posibilista muy serio”.
¿Qué podemos aprender de lo anterior?
- La seducción del pesimismo en un mundo donde el optimismo es una postura más razonable: aunque a la gente le gusta oír que el mundo se va al diablo, es una respuesta natural a las amenazas del entorno: para sobrevivir, es más urgente reconocerlas y apreciarlas de forma más urgente que a las mismas oportunidades: “Para tener éxito, primero debes sobrevivir” (Warren Buffett).
- Las noticias catastróficas sobre el dinero tienen más público que un enfoque más positivo de las cosas. Esto es porque, en primer lugar, el dinero es ubicuo, está en todas partes, por lo que puede afectar a muchas más personas que una catástrofe natural local. En segundo lugar, las malas noticias requieren una solución, por lo que nos llevan a la acción urgente, mientras que el optimismo nos hacen tomarnos las cosas de forma más calmada. Tercero, las finanzas envuelven un riesgo de engaños y estafas que llaman a la alerta y la desconfianza.
- Sin embargo, es necesario comprender la naturaleza del optimismo: serlo no significa asumir que todo vaya a ir bien, más bien es pensar que las probabilidades de un buen resultado están a nuestro favor con el paso del tiempo, incluso cuando habrá contratiempos en el camino. La base del optimismo es la idea de que la mayoría de las personas se levantan cada día tratando de hacer las cosas un poco mejor y ser más productivas en lugar de despertarse buscando causar problemas. Aunque no estén garantizados los resultados, no es complicado ser un poco más positivo. Es la apuesta más razonable para la mayoría de la gente.
Es todo por ahora. Espero que el contenido le aporte valor a tu vida. Hasta la próxima.
Fuentes y links de interés:
- The Psichology of Money (artículo original de Morgan Housel, en inglés).
- Primera, segunda, tercera, cuarta, quinta y sexta parte de la serie.
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